¡Que den gracias al Señor por su gran amor, y por sus maravillosas obras que ha hecho para su bien!
Lucas 18:43 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 En ese mismo instante el ciego recobró la vista. Se fue siguiendo a Jesús y alabando a Dios. Y toda la gente que vio esto también alababa a Dios. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y luego vio, y le seguía, glorificando a Dios; y todo el pueblo, cuando vio aquello, dio alabanza a Dios. Biblia Nueva Traducción Viviente Al instante el hombre pudo ver y siguió a Jesús mientras alababa a Dios. Y todos los que lo vieron también alabaron a Dios. Biblia Católica (Latinoamericana) Al instante el ciego pudo ver. El hombre seguía a Jesús glorificando a Dios, y toda la gente que lo presenció también bendecía a Dios. La Biblia Textual 3a Edicion Y al instante recobró la vista, y lo seguía glorificando a Dios. Y todo el pueblo, al ver aquello,° dio alabanza a Dios. Biblia Serafín de Ausejo 1975 E inmediatamente recobró la vista y le seguía glorificando a Dios. Todo el pueblo, al ver esto, prorrumpió en alabanzas a Dios. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y al instante recibió la vista, y le seguía, glorificando a Dios. Y todo el pueblo cuando lo vio, dio alabanza a Dios. |
¡Que den gracias al Señor por su gran amor, y por sus maravillosas obras que ha hecho para su bien!
¡Que den gracias al Señor por su gran amor, por sus maravillosas obras que ha hecho para su bien!
Y cuando él venga abrirá los ojos de los ciegos y los oídos de los sordos,
Al ciego Israel lo conducirá por sendas que nunca antes vio. Ante ellos hará resplandecer las tinieblas, y allanará y enderezará el camino que les espera, no los abandonará.
Yo hice a Israel para mí, y algún día este pueblo mío me honrará ante el mundo.
Cuéntenle que los ciegos ven, los paralíticos andan, los leprosos se curan, los sordos oyen, los muertos resucitan, y que anuncio las buenas nuevas a los pobres.
Entonces se le acercaron los ciegos y los cojos y los sanó allí mismo en el templo.
Un escalofrío de temor sacudió a la multitud ante aquel milagro, y todos alababan a Dios por haberles dado tanto poder a los seres humanos.
Cuando él habló de esta manera, sus enemigos quedaron en vergüenza ante la gente, pero esta estaba feliz por las maravillas que él hacía.
Cuando ya estaban cerca de la bajada del monte de los Olivos, todos sus seguidores se llenaron de alegría y comenzaron a alabar a Dios por todos los milagros que habían visto. Y gritaban:
Él se inclinó sobre ella y ordenó que la fiebre se le quitara, y se le quitó. Ella en seguida se levantó y comenzó a servirles.
Todos quedaron asombrados y comenzaron también a alabar a Dios. Y llenos de temor, decían: ―Hoy hemos visto cosas maravillosas.
Todos quedaron asombrados ante la grandeza de Dios. Y mientras la gente seguía tan asombrada por todo lo que hacía, Jesús dijo a sus discípulos:
Aquellas palabras bastaron para acallar las objeciones, y alabaron a Dios. ―Sí —exclamaban—, Dios ha concedido también a los gentiles el volverse a él para recibir la vida.
para que les abras los ojos y dejen las tinieblas para venir a la luz, para que dejen el poder de Satanás por el de Dios. Y así, por la fe en mí, reciban el perdón de los pecados y la herencia junto con el santo pueblo de Dios”.
Entonces los volvieron a amenazar, pero luego los soltaron. No hallaban la manera de castigarlos, ya que no había quien no estuviera alabando a Dios por el milagro ocurrido.
Pero ustedes son una familia escogida, son sacerdotes reales y son una nación santa. Son un pueblo que Dios compró para que anuncien sus obras extraordinarias; él fue quien los llamó de las tinieblas a su luz maravillosa.