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Lucas 15:18 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Volveré a casa y le diré a mi padre: Papá, he pecado contra el cielo y contra ti.

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Biblia Reina Valera 1960

Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Volveré a la casa de mi padre y le diré: ‘Padre, he pecado contra el cielo y contra ti.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Tengo que hacer algo: volveré donde mi padre y le diré: Padre, he pecado contra Dios y contra ti.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Me levantaré° e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y ante ti.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Ahora mismo iré a casa de mi padre y le diré: padre, pequé contra el cielo y contra ti.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti;

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Lucas 15:18
36 Tagairtí Cros  

Su oración y la forma en que Dios le respondió, y un relato franco de sus pecados y errores, incluyendo una lista de las localidades donde edificó altares en las colinas y puso imágenes de la diosa Aserá e imágenes esculpidas (desde luego, antes de su gran arrepentimiento), están escritos en el libro de los profetas.


Pero ¡ay, Señor, mis pecados! ¡Cuántos son! ¡Perdónamelos por amor a tu nombre!


No dejes de corregir al joven; unos cuantos azotes no lo matarán.


¡Ciertamente aún eres nuestro Padre! Aunque Abraham y Jacob nos desconocieran, tú serías nuestro Padre, nuestro Liberador desde la antigüedad.


Y yo di a conocer mi propósito de adoptarles como mi hijo. Tracé planes de darles parte de esta hermosa tierra, la mejor del mundo. Esperaba ilusionado que me llamaran «Padre», y creía que nunca volverían a abandonarme.


El Señor responde: ¡Efraín es aún hijo mío, el pequeño a quien amo! ¡Tuve que castigarlo por necesidad, pero lo amo todavía! Por él suspiro y de él tendré misericordia.


Que incline su rostro hasta el suelo en señal de humildad, tal vez aún haya esperanza de algún cambio.


Examinemos nuestra conducta y volvamos a ser fieles al Señor otra vez.


Pero el tronco y las raíces las dejaron en el suelo. Esto significa que otra vez usted tendrá su reino, cuando haya aprendido a ser humilde y reconozca que del cielo viene todo poder para reinar.


Entonces dije: “He sido arrojado de tu presencia. ¿Cómo me será posible volver a visitar tu santo templo de Jerusalén?”.


Quizás Dios tenga misericordia, deje de estar enojado con nosotros y nos permita seguir viviendo».


A los que reconocían que eran pecadores, él los bautizaba en el río Jordán.


»Su Padre celestial los perdonará si perdonan a los que les hacen mal;


Ustedes oren así: “Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.


Pues si ustedes que son malos saben dar buenas cosas a sus hijos, ¡cuánto más su Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que se las pidan!


Él les dijo: ―Cuando oren, digan: «Padre, santificado sea tu nombre. Venga tu reino.


Un día, se puso a pensar: “En la casa de mi padre, los jornaleros tienen comida en abundancia, y yo aquí me estoy muriendo de hambre.


Ya no merezco que digan que soy tu hijo. Trátame como a uno de tus jornaleros”.


El joven le dijo: “Papá, he pecado contra el cielo y contra ti y ya no merezco que digan que soy tu hijo”.


El cobrador de impuestos, en cambio, se quedó a cierta distancia y ni siquiera se atrevía a levantar los ojos al cielo. Se golpeaba el pecho y decía: “¡Dios mío, ten compasión de mí, que soy pecador!”.