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Mateo 3:6 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

6 A los que reconocían que eran pecadores, él los bautizaba en el río Jordán.

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Biblia Reina Valera 1960

6 y eran bautizados por él en el Jordán, confesando sus pecados.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 y cuando confesaban sus pecados, él las bautizaba en el río Jordán.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Y además de confesar sus pecados, se hacían bautizar por Juan en el río Jordán.

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 y eran bautizados por él en el río Jordán, confesando públicamente sus pecados.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 confesaban sus pecados y él los bautizaba en el río Jordán.

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Mateo 3:6
35 Tagairtí Cros  

Mientras Esdras oraba, lloraba y confesaba el pecado del pueblo, de rodillas delante del templo de Dios, una gran multitud de hombres, mujeres y niños llegó y se puso a llorar amargamente, junto a él.


Pero un día reconocí ante ti todos mis pecados y no traté de ocultarlos más. Dije para mí: «Se los voy a confesar al Señor». ¡Y tú me perdonaste! Toda mi culpa se esfumó.


El que disimula su pecado no prosperará; pero el que lo confiesa y lo deja, obtendrá misericordia.


Entonces será como si yo hubiera esparcido agua limpia sobre ustedes, porque serán limpios; su inmundicia será lavada, y sus homenajes a los ídolos será cosa del pasado.


Oré al Señor mi Dios y le hice esta confesión: »“Oh Señor, tú eres un Dios grande y maravilloso; tú siempre cumples tus promesas de misericordia hacia aquellos que te aman y viven según tus instrucciones.


pondrá las manos sobre la cabeza del animal y confesará sobre él los pecados del pueblo de Israel. Depositará todos los pecados sobre la cabeza del animal y lo enviará al desierto por medio de un hombre designado para eso.


»Pero si se arrepienten y confiesan sus pecados y los pecados con los que sus padres me traicionaron, y que fueron la causa para que yo los sacara de su tierra y los hiciera ir a un país extraño,


debe confesar su pecado y debe restituir a la persona perjudicada completamente el daño, añadiendo el veinte por ciento.


»Yo bautizo con agua a los que se arrepienten de sus pecados; pero después de mí vendrá alguien que es más poderoso que yo y él bautizará con el Espíritu Santo y fuego. ¡Yo ni siquiera soy digno de desatar sus zapatos!


Desde Jerusalén y de toda la provincia de Judea acudía la gente a Juan. Cuando alguien confesaba sus pecados, Juan lo bautizaba en el río Jordán.


Él hará que muchos en Israel se vuelvan al Señor su Dios


Juan entonces les respondió a todos: ―Yo los bautizo a ustedes con agua. Pero pronto viene uno que es más poderoso que yo y él los bautizará con el Espíritu Santo y con fuego. Yo ni siquiera merezco desatarle las correas de sus sandalias.


―Juan los bautizó con agua —les recordó—, pero dentro de poco ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo.


Eso me hizo recordar las palabras del Señor: “Sí, Juan bautizó con agua, pero ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo”.


Muchos de los que creyeron vinieron y confesaron sus malas acciones;


No hay tiempo que perder. Levántate, bautízate, y lávate de tus pecados invocando su nombre”.


A esto podríamos llamarlo «bautismo» —bautismo en el mar y en la nube— para unirse a Moisés.


Con él ustedes fueron sepultados en el bautismo, y en su resurrección resucitaron ustedes con él, mediante la fe en el poder de Dios que lo resucitó.


Dejemos ya lo que se refiere al bautismo, la imposición de manos, la resurrección de los muertos y el juicio eterno.


Estas son únicamente reglas que tienen que ver con alimentos, bebidas y diversas ceremonias de purificación, que sólo tienen vigencia hasta que llegue el tiempo de reformarlo todo.


Por eso, confiésense unos a otros sus pecados, y oren unos por otros para que sean sanados. La oración del justo es poderosa y eficaz.


Josué entonces le dijo a Acán: ―Hijo mío, da gloria al Dios de Israel y haz tu confesión. Dime lo que has hecho.


Y esa agua representa el bautismo que ahora a ustedes también los salva. El bautismo no es para limpiar nuestro cuerpo, sino para comprometernos con Dios a tener una buena conciencia. Esta salvación es posible por la resurrección de Jesucristo,


Pero si confesamos a Dios nuestros pecados, él, que es fiel y justo, nos perdonará y nos limpiará de toda maldad.


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