El resto huyó a refugiarse tras las murallas de Afec; pero las murallas cayeron sobre ellos y mataron a otros veintisiete mil hombres. Ben Adad huyó a la ciudad, y se escondió en una pieza interior de una de las casas.
Lucas 13:4 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 ¿Y qué piensan de los dieciocho que murieron cuando les cayó encima la torre de Siloé? ¿Eran acaso más culpables que todos los demás habitantes de Jerusalén? Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 O aquellos dieciocho sobre los cuales cayó la torre en Siloé, y los mató, ¿pensáis que eran más culpables que todos los hombres que habitan en Jerusalén? Biblia Nueva Traducción Viviente ¿Y qué piensan de los dieciocho que murieron cuando la torre de Siloé les cayó encima? ¿Acaso eran los peores pecadores de Jerusalén? Biblia Católica (Latinoamericana) Y aquellas dieciocho personas que quedaron aplastadas cuando la torre de Siloé se derrumbó, ¿creen ustedes que eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén? La Biblia Textual 3a Edicion O aquellos dieciocho, sobre quienes cayó la torre en Siloé y los mató, ¿pensáis que ellos fueron más culpables que todos los hombres que habitan en Jerusalem? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y de aquellos dieciocho sobre los cuales se desplomó la torre de Siloé y los mató, ¿pensáis que eran más culpables que todos los demás habitantes de Jerusalén? Biblia Reina Valera Gómez (2023) O aquellos dieciocho sobre los cuales cayó la torre en Siloé, y los mató, ¿pensáis que ellos eran más pecadores que todos los hombres que habitan en Jerusalén? |
El resto huyó a refugiarse tras las murallas de Afec; pero las murallas cayeron sobre ellos y mataron a otros veintisiete mil hombres. Ben Adad huyó a la ciudad, y se escondió en una pieza interior de una de las casas.
Salún hijo de Coljozé, gobernador del distrito de Mizpa, reparó la puerta de la Fuente. La techó, la enmaderó, colocó la puerta en su lugar e instaló los cerrojos y las barras. Luego reconstruyó la muralla desde el estanque de Siloé, que está junto al jardín del rey, hasta las gradas que descienden a la Ciudad de David.
cuando de pronto un fuerte viento del desierto arrasó la casa; desplomó el techo sobre ellos y los mató a todos. ¡Sólo yo escapé para contárselo!
«Puesto que el pueblo de Jerusalén piensa rechazar mi tierna solicitud y sus habitantes están ansiosos de pedirles a los reyes Rezín y Pecaj que acudan en su auxilio,
En el proceso, le trajeron a uno que le debía cien millones de pesos.
y perdona nuestros pecados, así como nosotros perdonamos a los que nos han hecho mal.
Y perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todos los que nos hacen mal. Y no nos metas en tentación».
¡No! ¡Y si ustedes no se arrepienten, todos ustedes también morirán!».
Él contestó: ―Un hombre que se llama Jesús hizo un poco de lodo, me lo untó en los ojos y me dijo: “Ve y lávate en Siloé”. Yo fui, me lavé, y ahora puedo ver.
―Ve y lávate en el estanque de Siloé (que significa: Enviado). El ciego fue y se lavó, y al regresar ya veía.
Los habitantes de la isla, al ver la víbora colgada de la mano de Pablo, se pusieron a decir entre ellos: «No cabe duda de que es un asesino. Pues aunque se salvó del mar, la justicia divina no lo deja vivir».