Entonces Esaú se llenó de odio contra Jacob por lo que este le había hecho, y se dijo: «Pronto morirá mi padre, y en cuanto esto haya ocurrido, mataré a Jacob».
Levítico 19:17 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 »No guarden rencor contra su hermano. »Corrijan a su prójimo, cuando tengan que hacerlo, y no participen de su pecado. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 No aborrecerás a tu hermano en tu corazón; razonarás con tu prójimo, para que no participes de su pecado. Biblia Nueva Traducción Viviente »No fomentes odio en tu corazón contra ninguno de tus parientes. Aclara los asuntos con la gente en forma directa, a fin de que no seas culpable de su pecado. Biblia Católica (Latinoamericana) No odies en tu corazón a tu hermano; pero corrígelo, no sea que te hagas cómplice de sus faltas. La Biblia Textual 3a Edicion No aborrecerás en tu corazón a tu hermano. Reprenderás firmemente a tu prójimo, para que no incurras en pecado por su causa. Biblia Serafín de Ausejo 1975 No odies a tu hermano en tu corazón; corrige a tu prójimo, para no incurrir en pecado por su causa. Biblia Reina Valera Gómez (2023) No aborrecerás a tu hermano en tu corazón; ciertamente amonestarás a tu prójimo, y no consentirás sobre su pecado. |
Entonces Esaú se llenó de odio contra Jacob por lo que este le había hecho, y se dijo: «Pronto morirá mi padre, y en cuanto esto haya ocurrido, mataré a Jacob».
Absalón, por su parte, no le dirigía la palabra a Amnón, pues sentía odio hacia él por lo que le había hecho a su hermana Tamar.
Entonces pregunté a los jefes de Judá: «¿Por qué están profanando el día de reposo?
¡Haz que los justos me hieran! ¡Eso será bondad! Si ellos me reprenden, eso es medicina. No permitas que yo la rechace. Pero yo estoy en constante oración contra los malvados y sus hechos.
No corrijas al burlón pues terminará odiándote; corrige al sabio, y te amará.
Así que, ¡tengan cuidado! »Si tu hermano peca, repréndelo; y si se arrepiente, perdónalo.
Saben muy bien que el castigo que impone Dios por esos delitos es la muerte; y sin embargo, continúan cometiéndolos y se deleitan cuando otras personas los practican.
¡Y aún así son orgullosos! ¡Deberían, más bien, sentirse avergonzados y echarlo de la congregación!
Hermanos, si descubren que alguno ha pecado, ustedes, que son espirituales, deben ayudarlo a volver al buen camino con actitud humilde. Pero cada uno debe cuidarse, porque también puede ser puesto a prueba.
No participen de las acciones malas de los que viven en oscuridad, las cuales no traen ningún provecho. Más bien, háganles ver sus pecados.
Si de veras ha pecado, repréndelo ante la iglesia en pleno, para que nadie siga su ejemplo.
No impongas con ligereza las manos a nadie, porque corres el peligro de hacerte cómplice de pecados ajenos. Consérvate limpio de pecado.
Con urgencia predica la palabra de Dios; hazlo sea o no sea oportuno; corrige, reprende y anima con mucha paciencia, sin dejar de enseñar.
Y dijo la verdad. Por eso, repréndelos con severidad, para que se robustezcan en la fe
Esto es lo que tienes que enseñar. Exhorta y reprende con plena autoridad. ¡No permitas que nadie reste importancia a tus palabras!
En cambio, el que odia a su hermano vaga en la oscuridad y en ella vive, y no sabe a dónde va, porque la oscuridad lo ha dejado ciego.
El que dice que anda en la luz pero aborrece a su hermano, todavía está en tinieblas.