pedirá que le traigan dos avecillas vivas y puras, madera de cedro, una cinta roja y una rama de hisopo.
Levítico 14:5 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Luego, el sacerdote ordenará que una de las aves sea degollada sobre una vasija de barro llena de agua pura. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y mandará el sacerdote matar una avecilla en un vaso de barro sobre aguas corrientes. Biblia Nueva Traducción Viviente El sacerdote mandará matar una de las aves sobre una vasija de barro llena de agua fresca. Biblia Católica (Latinoamericana) Después mandará sacrificar uno de los pájaros sobre una vasija de barro con agua fresca. La Biblia Textual 3a Edicion Luego el sacerdote ordenará que se degüelle la primera avecilla en una vasija de barro sobre aguas vivas.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Luego el sacerdote mandará degollar una de las aves sobre una vasija de barro con agua corriente. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y mandará el sacerdote matar una avecilla en un vaso de barro sobre aguas corrientes. |
pedirá que le traigan dos avecillas vivas y puras, madera de cedro, una cinta roja y una rama de hisopo.
Degollará una de las avecillas sobre una vasija de barro llena de agua pura,
Después tomará la otra avecilla, es decir, la que está viva, la mojará en la sangre junto con la madera de cedro, la cinta roja y el hisopo.
y pondrá agua santa en una jarra de barro, mezclándola con polvo del suelo del santuario.
Su débil cuerpo humano murió en la cruz, pero ahora vive por el poder de Dios. Nosotros también, al igual que él lo era, somos débiles; pero ahora, unidos a él, vivimos y tenemos el poder de Dios para tratar con ustedes.
Pero este precioso tesoro lo guardamos en una vasija de barro. Es así para que sea obvio que este glorioso poder viene de Dios y no de nosotros.
Sabemos que cuando esta tienda de campaña en que vivimos se desmantele, recibiremos de Dios un edificio, una casa eterna en el cielo, no construida por manos humanas.
Por consiguiente, ya que los hijos de Dios son de carne y hueso, Jesús también compartió esa misma naturaleza de carne y hueso, para así anular, por medio de su muerte, al que tiene el dominio de la muerte, al diablo,