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Jueces 16:4 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Algún tiempo después se enamoró de una joven llamada Dalila, del valle de Sorec.

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Biblia Reina Valera 1960

Después de esto aconteció que se enamoró de una mujer en el valle de Sorec, la cual se llamaba Dalila.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Tiempo después, Sansón se enamoró de una mujer llamada Dalila, que vivía en el valle de Sorec.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Después de eso se juntó con una mujer del valle de Sorec que se llamaba Dalila.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Después de esto sucedió que se enamoró de una mujer del valle de Sorec llamada Dalila.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Después de esto, se enamoró de una mujer del valle de Sorec llamada Dalila.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Después de esto aconteció que se enamoró de una mujer en el valle de Sorec, la cual se llamaba Dalila.

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Jueces 16:4
9 Tagairtí Cros  

El rey Salomón, además de la princesa egipcia, tuvo muchas mujeres extranjeras: moabitas, amonitas, edomitas, sidonias e hititas.


Y les dije: «¿No fue este exactamente el pecado de Salomón? No hubo rey que se pudiera comparar con él, y Dios lo amó y lo hizo rey sobre todo Israel. Pero aun así fue llevado a la idolatría por sus mujeres extranjeras que tenían dioses distintos al nuestro.


La boca de la mujer adúltera es como un pozo profundo; en él caerán los que han hecho enfurecer al Señor.


Porque pozo profundo es la prostituta, y fosa angosta la mujer adúltera.


Como el perro vuelve a su vómito, así el necio vuelve a su necedad.


Aunque al necio lo muelas y lo vuelvas a moler y lo reduzcas a polvo como al grano, no le quitarás lo necio.


De aquí aprendemos una gran lección: que no debemos desear lo malo como ellos lo desearon.


Sansón estuvo acostado con la prostituta hasta la media noche, y entonces se dirigió a las puertas de la ciudad, las arrancó con sus dos postes, las cargó sobre sus hombros y se las llevó hasta la cumbre de la montaña que está frente a Hebrón.


Los cinco jefes de los filisteos fueron a hablar con ella y le pidieron que tratara de descubrir qué era lo que hacía que Sansón tuviera tanta fuerza, a fin de saber cómo vencerlo y encadenarlo. «Cada uno de nosotros te dará mil cien monedas de plata si lo haces» —le prometieron.