Jueces 16:4 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

⁴ Algún tiempo después se enamoró de una joven llamada Dalila, del valle de Sorec.

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

⁴ Después de esto aconteció que se enamoró de una mujer en el valle de Sorec, la cual se llamaba Dalila.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁴ Tiempo después, Sansón se enamoró de una mujer llamada Dalila, que vivía en el valle de Sorec.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁴ Después de eso se juntó con una mujer del valle de Sorec que se llamaba Dalila.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁴ Después de esto sucedió que se enamoró de una mujer del valle de Sorec llamada Dalila.°

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁴ Después de esto, se enamoró de una mujer del valle de Sorec llamada Dalila.

Jueces 16:4 Tagairtí Cros

1 Reyes 11:1

El rey Salomón, además de la princesa egipcia, tuvo muchas mujeres extranjeras: moabitas, amonitas, edomitas, sidonias e hititas.

Nehemías 13:26

Y les dije: «¿No fue este exactamente el pecado de Salomón? No hubo rey que se pudiera comparar con él, y Dios lo amó y lo hizo rey sobre todo Israel. Pero aun así fue llevado a la idolatría por sus mujeres extranjeras que tenían dioses distintos al nuestro.

Proverbios 22:14

La boca de la mujer adúltera es como un pozo profundo; en él caerán los que han hecho enfurecer al Señor.

Proverbios 23:27

Porque pozo profundo es la prostituta, y fosa angosta la mujer adúltera.

Proverbios 26:11

Como el perro vuelve a su vómito, así el necio vuelve a su necedad.

Proverbios 27:22

Aunque al necio lo muelas y lo vuelvas a moler y lo reduzcas a polvo como al grano, no le quitarás lo necio.

1 Corintios 10:6

De aquí aprendemos una gran lección: que no debemos desear lo malo como ellos lo desearon.

Jueces 16:3

Sansón estuvo acostado con la prostituta hasta la media noche, y entonces se dirigió a las puertas de la ciudad, las arrancó con sus dos postes, las cargó sobre sus hombros y se las llevó hasta la cumbre de la montaña que está frente a Hebrón.

Jueces 16:5

Los cinco jefes de los filisteos fueron a hablar con ella y le pidieron que tratara de descubrir qué era lo que hacía que Sansón tuviera tanta fuerza, a fin de saber cómo vencerlo y encadenarlo. «Cada uno de nosotros te dará mil cien monedas de plata si lo haces» —le prometieron.