Y dijo luego a los discípulos: ―Si alguien desea seguirme, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame.
Juan 21:22 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Jesús le contestó: ―Si quiero que él siga vivo hasta que yo regrese, ¿qué te importa a ti? Tú sígueme. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Jesús le dijo: Si quiero que él quede hasta que yo venga, ¿qué a ti? Sígueme tú. Biblia Nueva Traducción Viviente Jesús contestó: —Si quiero que él siga vivo hasta que yo regrese, ¿qué tiene que ver contigo? En cuanto a ti, sígueme. Biblia Católica (Latinoamericana) Jesús le contestó: 'Si yo quiero que permanezca hasta mi vuelta, ¿a ti qué te importa? Tú sígueme. La Biblia Textual 3a Edicion Jesús le dice: Si quiero que él quede hasta que Yo venga,° ¿a ti, qué? Tú, sígueme. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Le responde Jesús: 'Si quiero que éste permanezca hasta que yo vuelva, ¿a ti, qué? Tú sígueme'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Jesús le dijo: Si quiero que él quede hasta que yo venga, ¿qué a ti? Tú sígueme. |
Y dijo luego a los discípulos: ―Si alguien desea seguirme, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame.
porque mi venida será tan visible como un relámpago que cruza el cielo de este a oeste.
Una vez sentados en las laderas del monte de los Olivos, los discípulos le preguntaron: ―¿Qué acontecimientos indicarán la cercanía de tu regreso y el fin del mundo?
ustedes también deben estar vigilantes para que mi regreso no los sorprenda.
»Cuando yo, el Hijo del hombre, venga en todo mi esplendor junto con los ángeles, me sentaré en mi trono de gloria
Pero Jesús le contestó: ―No, sígueme ahora. Deja que los que están muertos se ocupen de sus muertos.
»Algunos de los que están aquí no morirán sin contemplar el advenimiento del reino de Dios con poder» —añadió Jesús.
Jesús dijo esto para dar a entender de que manera moriría Pedro y así glorificaría a Dios. Después le dijo: ―¡Sígueme!
Cuando Pedro lo vio, le preguntó a Jesús: ―Señor, ¿y a este qué le va a pasar?
Cada vez que comen este pan y beben de esta copa, están anunciando que Cristo murió por ustedes. Háganlo hasta que él venga.
Por eso, no se precipiten a sacar conclusiones sobre si alguien es buen siervo o no. Esperen a que venga el Señor. Él sacará a la luz lo que está oculto en la oscuridad, y pondrá al descubierto las intenciones del corazón. Cuando ese momento llegue, cada uno recibirá de Dios la alabanza que merezca.
Después de todo, cuando el Señor Jesús regrese, ¿de qué estaremos orgullosos o alegres? ¿Cuál será nuestra esperanza? Si no son ustedes, ¿quién será?
Por eso, hermanos, tengan paciencia hasta que el Señor venga. Sean como el agricultor que espera a que la tierra dé su precioso fruto y aguarda con paciencia las temporadas de lluvia.
Así también ustedes, manténganse firmes y esperen con paciencia la venida del Señor, que ya está cerca.
¡Miren! ¡Viene en las nubes, ante los ojos de la humanidad entera, y hasta los que lo traspasaron lo verán! Y las naciones de la tierra llorarán de pesar por él. ¡Amén! ¡Que así sea!
El que da testimonio de estas cosas declara: «Sí, vengo pronto». ¡Amén! ¡Ven, Señor Jesús!
«Vengo pronto. ¡Bendito el que cree las palabras proféticas que están escritas en este libro!».
Vengo pronto. Retén firmemente lo que tienes, para que nadie te quite tu corona.