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Juan 19:20 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Muchos de los judíos lo leyeron, porque el lugar donde crucificaron a Jesús estaba cerca de la ciudad. El letrero estaba escrito en arameo, latín y griego.

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Biblia Reina Valera 1960

Y muchos de los judíos leyeron este título; porque el lugar donde Jesús fue crucificado estaba cerca de la ciudad, y el título estaba escrito en hebreo, en griego y en latín.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

El lugar donde crucificaron a Jesús estaba cerca de la ciudad, y el letrero estaba escrito en hebreo, en latín y en griego, para que muchos pudieran leerlo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Muchos judíos leyeron este letrero, pues el lugar donde Jesús fue crucificado estaba muy cerca de la ciudad. Además estaba escrito en hebreo, latín y griego.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Muchos de los judíos leyeron este título, porque el lugar donde Jesús fue crucificado estaba cerca de la ciudad, y había sido escrito en hebreo, en latín y en griego.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Muchos judíos leyeron este letrero, porque el lugar en donde Jesús fue crucificado estaba cerca de la ciudad y estaba redactado en hebreo, en latín y en griego.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y muchos de los judíos leyeron este título, porque el lugar donde Jesús fue crucificado estaba cerca de la ciudad, y estaba escrito en hebreo, y en griego, y en latín.

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Juan 19:20
11 Tagairtí Cros  

Sobre él había un letrero que decía: «este es el rey de los judíos».


Al oír esto, Pilato llevó afuera a Jesús y se sentó en el tribunal, en un lugar llamado Gabatá que en arameo significa el Empedrado.


Como estaba por empezar el sábado, y el sepulcro estaba cerca, pusieron allí a Jesús.


Allí en Jerusalén, junto a la puerta de las Ovejas, había un estanque rodeado de cinco pórticos. El estanque, se llamaba en arameo, Betzatá.


Ya lo iban a meter en la fortaleza cuando Pablo le dijo al comandante: ―¿Puedo decirte algo? ―¡Conque sabes griego! —le dijo el comandante.


El comandante accedió. Pablo, erguido en las gradas, pidió silencio con las manos. Pronto un profundo silencio envolvió a la multitud, y Pablo se dirigió a ellos en arameo.


Al oír que les hablaba en arameo, guardaron más silencio. Entonces Pablo continuó:


Todos caímos al suelo, y yo oí una voz que me decía en arameo: “Pablo, Pablo, ¿por qué me persigues? Al hacerlo tú mismo te haces daño”.


Así también Jesús sufrió fuera de la puerta de la ciudad, para que por medio de su sangre el pueblo fuera santo.


Los espíritus del mal reunieron a los reyes en un lugar que en hebreo se llama Armagedón.


Y eran súbditos del ángel del abismo, cuyo nombre en hebreo es Abadón y en griego, Apolión.