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Juan 17:6 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

»A los que me diste del mundo les he mostrado quién eres. Ellos eran tuyos y tú me los diste y ellos han obedecido tu palabra.

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Biblia Reina Valera 1960

He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste; tuyos eran, y me los diste, y han guardado tu palabra.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

»Te he dado a conocer a los que me diste de este mundo. Siempre fueron tuyos. Tú me los diste, y ellos han obedecido tu palabra.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

He manifestado tu Nombre a los hombres: hablo de los que me diste, tomándolos del mundo. Eran tuyos, y tú me los diste y han guardado tu Palabra.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Manifesté tu nombre a los hombres que del mundo me diste. Tuyos eran y me los diste, y han guardado tu palabra.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

'He manifestado tu nombre a los que, sacándolos del mundo, me entregaste. Tuyos eran, pero me los diste a mí; y ellos han guardado tu palabra.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste; tuyos eran, y me los diste, y han guardado tu palabra.

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Juan 17:6
48 Tagairtí Cros  

He atesorado tu palabra en mi corazón, para no pecar contra ti.


Ante todos mis hermanos te alabaré; me levantaré ante la congregación y daré testimonio de las maravillas que has hecho.


pero no lo hice, porque quiero que todos sepan cuán poderoso soy, y para que mi nombre se mencione en todo el país.


La sabiduría entrará en tu corazón, y el conocimiento te llenará de alegría.


Adquiere la verdad y la sabiduría, la disciplina y el entendimiento ¡y nunca los vendas!


A Dios nadie lo ha visto nunca; pero el Hijo único, que es Dios mismo y siempre está en unión con el Padre, nos ha enseñado cómo es, para que así lo podamos conocer.


¡Padre, glorifica tu nombre!». Entonces se oyó una voz del cielo que decía: «Ya lo glorifiqué y lo volveré a glorificar».


Si ustedes fueran del mundo, el mundo los querría como quiere a los que son suyos. Pero ustedes no son del mundo, porque yo los escogí de entre los que son del mundo. Por eso el mundo los odia.


»Ustedes ya están limpios a causa de la palabra que les he dado.


Si ustedes siguen unidos a mí y mis palabras permanecen en ustedes, pueden pedir lo que quieran y se les dará.


Mientras estaba con ellos, los protegía y los cuidaba con el poder de tu nombre. Y ninguno se perdió, excepto aquel que nació para perderse, para que así se cumpliera la Escritura.


Yo les he dado tu palabra, y el mundo los odia porque no son del mundo, como yo tampoco soy del mundo.


Ellos no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.


Pues tú le has dado autoridad sobre todas las personas para que él les dé vida eterna a todos los que le diste.


»Padre, quiero que los que tú me has dado, estén conmigo donde yo estoy. Así, ellos verán mi gloria, la gloria que me has dado porque tú me amaste desde antes que el mundo fuera creado.


Yo les he mostrado quién eres, y lo seguiré haciendo, para que el amor que me tienes esté en ellos, y yo mismo esté en ellos».


Ahora saben que todo lo que me has dado viene de ti,


Esto sucedió para que se cumpliera lo que él había dicho: «Ninguno de los que me diste se perdió».


Todos los que el Padre me da vendrán a mí; y al que viene a mí, no lo rechazo.


Y esta es la voluntad del que me envió: que no pierda a ninguno de los que él me ha dado, sino que los resucite en el día final,


La verdad es que el que obedece mi palabra, nunca morirá.


Los judíos dijeron: ―Ahora estamos seguros de que estás endemoniado. Abraham murió y también los profetas, pero tú dices que si alguno obedece tu palabra, nunca morirá.


Al oír esto los gentiles sintieron una gran alegría y celebraron la palabra del Señor. Y creyeron los que estaban destinados para obtener la vida eterna.


Dios no ha rechazado al pueblo que él mismo escogió desde el principio. ¿Recuerdan lo que dicen las Escrituras en cuanto a Elías?


Porque Dios, que dijo: «Resplandezca la luz en las tinieblas», hizo brillar su luz en nuestros corazones y nos ha hecho comprender que es el resplandor de su gloria lo que brilla en el rostro de Cristo.


Mantengan vívidas en su memoria las enseñanzas de Cristo en toda su abundancia, y enséñense y aconséjense unos a otros con toda sabiduría. Transmítanlas a otros, con salmos, himnos y cánticos espirituales elevados al Señor con corazones agradecidos.


Ten por norma las sanas verdades que te enseñé, especialmente las concernientes al amor y a la fe en Cristo.


cuando dice: «Hablaré de ti a mis hermanos y juntos te cantaremos alabanzas».


En cambio, Cristo es fiel como Hijo sobre la casa de Dios. Y nosotros somos la casa de Dios si mantenemos hasta el fin nuestra entereza y la esperanza que nos hace sentir orgullosos.


Pedro, apóstol de Jesucristo, a los que han sido elegidos y que viven como extranjeros esparcidos por el Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia:


pero sabemos que Cristo, el Hijo de Dios, vino a ayudarnos a hallar y entender al Dios verdadero. Ahora estamos en Dios, porque estamos en su Hijo Jesucristo, que es también Dios verdadero y la vida eterna.


Sé bien que vives en la ciudad donde Satanás tiene su trono; sin embargo, te has mantenido fiel a mí y no me negaste ni siquiera cuando en esa ciudad de Satanás llevaban al martirio a Antipas, mi fiel testigo.


Por cuanto me has obedecido y has sido constante, te protegeré de la gran tribulación y tentación que vendrán sobre el mundo para poner a prueba a la humanidad.


Estoy al tanto de la obra que realizas. No eres muy fuerte, pero me has obedecido y no has negado mi nombre. Por eso te he abierto una puerta que nadie te podrá cerrar.