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Juan 16:32 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Ya se acerca la hora, ya ha llegado, en que ustedes huirán cada uno por su lado y a mí me dejarán solo. Pero no estoy solo, porque el Padre está conmigo.

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Biblia Reina Valera 1960

He aquí la hora viene, y ha venido ya, en que seréis esparcidos cada uno por su lado, y me dejaréis solo; mas no estoy solo, porque el Padre está conmigo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Pero se acerca el tiempo —de hecho, ya ha llegado— cuando ustedes serán dispersados, cada uno se irá por su lado y me dejarán solo. Sin embargo, no estoy solo, porque el Padre está conmigo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Está llegando la hora, y ya ha llegado, en que se dispersarán cada uno por su lado y me dejarán solo. Aunque no estoy solo, pues el Padre está conmigo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

He aquí viene una hora, y ha llegado, en que seáis esparcidos cada uno por su lado y me dejéis solo; aunque no estoy solo, porque el Padre está conmigo.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Mirad: llega la hora -o mejor: ya ha llegado- en que seréis dispersados cada uno por su lado y me dejaréis solo; aunque no estoy solo, porque el Padre está conmigo.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

He aquí la hora viene, y ya ha venido, en que seréis dispersados cada uno a los suyos, y me dejaréis solo; mas no estoy solo, porque el Padre está conmigo.

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Juan 16:32
22 Tagairtí Cros  

»El Señor Todopoderoso exclama: ¡Mi espada será lanzada contra mi pastor, contra aquel que había hecho mi compañero de confianza! ¡Herido el pastor, entonces las ovejas se dispersarán! ¡Yo mismo me encargaré de matar a los corderitos!


Allí Jesús les dijo: ―Esta noche ustedes se alejarán de mí desilusionados, porque las Escrituras dicen que Dios herirá al pastor y las ovejas del rebaño se dispersarán.


Pero esto sucede para que se cumplan las predicciones de los profetas en las Escrituras. Los discípulos huyeron y lo dejaron solo.


Jesús les dijo: ―Todos ustedes me abandonarán, porque así lo dicen las Escrituras: “Heriré al pastor y las ovejas se dispersarán”.


Entonces todos lo abandonaron y huyeron.


Jesús les respondió: ―Ha llegado la hora de que el Hijo del hombre sea glorificado.


A ustedes los echarán fuera de las sinagogas; y llegará el día en que cualquiera que los mate pensará que le está prestando un servicio a Dios.


»Les he dicho todo esto por medio de comparaciones, pero viene la hora en que ya no usaré más comparaciones, sino que les hablaré claramente acerca de mi Padre.


Jesús respondió: ―¿Hasta ahora me creen?


Luego, le dijo al discípulo: ―Ahí tienes a tu madre. Desde ese momento, ese discípulo la recibió en su casa.


Los discípulos regresaron a su casa,


Jesús le respondió: ―Créeme, mujer, que ya está cerca la hora en que ustedes no adorarán al Padre ni en este monte ni en Jerusalén.


Pero la hora se acerca, y ya está aquí, cuando los que verdaderamente adoran al Padre lo harán guiados por el Espíritu y en forma verdadera, porque el Padre así quiere que sean los que lo adoren.


Les aseguro que ya viene la hora, y ya ha llegado, en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los que la oigan vivirán.


»No se sorprendan por esto, porque viene la hora en que todos los muertos oirán su voz,


Pero si lo hago, mi juicio es de acuerdo con la verdad, porque yo no juzgo por mi cuenta, sino que el Padre que me envió juzga conmigo.


El que me envió está conmigo y no me ha dejado solo, porque siempre hago lo que a él le agrada.


y nos despedimos de ellos. Abordamos entonces la nave, y ellos regresaron a sus casas.


Y Saulo estaba de acuerdo en que asesinaran a Esteban. Aquel mismo día, una gran ola de persecución se levantó contra los creyentes y barrió la iglesia de Jerusalén. Todos, excepto los apóstoles, huyeron a Judea y Samaria.