En esa ocasión, Jesús dijo: «Te alabo Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios e inteligentes, y se las diste a conocer a los niños.
Juan 12:28 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 ¡Padre, glorifica tu nombre!». Entonces se oyó una voz del cielo que decía: «Ya lo glorifiqué y lo volveré a glorificar». Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Padre, glorifica tu nombre. Entonces vino una voz del cielo: Lo he glorificado, y lo glorificaré otra vez. Biblia Nueva Traducción Viviente Padre, glorifica tu nombre». Entonces habló una voz del cielo: «Ya he glorificado mi nombre y lo haré otra vez». Biblia Católica (Latinoamericana) Padre, ¡da gloria a tu Nombre!' Entonces se oyó una voz que venía del cielo: 'Lo he glorificado y lo volveré a glorificar. La Biblia Textual 3a Edicion ¡Padre, glorifica tu nombre! Entonces vino una voz del cielo: ¡Lo he glorificado y otra vez lo glorificaré! Biblia Serafín de Ausejo 1975 ¡Padre, glorifica tu nombre!'. Una voz del cielo llegó entonces: 'Ya lo he glorificado y lo glorificaré de nuevo'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Padre, glorifica tu nombre. Entonces vino una voz del cielo, que decía: Lo he glorificado, y lo glorificaré otra vez. |
En esa ocasión, Jesús dijo: «Te alabo Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios e inteligentes, y se las diste a conocer a los niños.
Pero mientras hablaba, una nube resplandeciente los cubrió y una voz dijo desde la nube: «Este es mi Hijo amado; en él me complazco. Obedézcanlo».
Y se apartó de nuevo a orar: «Padre mío, si no puedes apartar de mí esta copa, hágase tu voluntad».
y una voz de los cielos dijo: «Este es mi Hijo amado, y en él me complazco».
Se escuchó entonces una voz del cielo que decía: «Tú eres mi Hijo amado; en ti me complazco».
Al orar, decía: «Abba, Padre, para ti todo es posible. No me hagas beber este trago amargo; pero no se haga lo que yo quiero sino lo que tú quieres».
En eso, una nube los cubrió. Desde la nube resonó una voz que les dijo: «Este es mi Hijo amado. Óiganlo a él».
y el Espíritu Santo bajó sobre él en forma de paloma. Entonces se oyó una voz del cielo que decía: ―Tú eres mi Hijo amado; estoy muy contento contigo.
De la nube salió una voz que dijo: «Este es mi Hijo, al que yo escogí. Escúchenlo».
Jesús oyó esto y dijo: ―Esta enfermedad no terminará en muerte, sino que servirá para darle la gloria a Dios, y para que también le den la gloria al Hijo de Dios.
Jesús le ordenó a Pedro: ―¡Guarda esa espada en su funda! Si mi Padre me da a beber un trago amargo, ¿acaso no lo voy a beber?
Jesús les respondió: ―Ni por el pecado de él ni por el de sus padres, sino para que todos vean lo que Dios hace en la vida de él.
Esto lo hizo para demostrar a las generaciones venideras la incomparable riqueza de su amor, que en su bondad derramó sobre nosotros por medio de Cristo Jesús.
Esto es así para que todos los poderes y autoridades en los cielos conozcan ahora la sabiduría de Dios, que se deja ver de tantas formas, al observar la iglesia.
A él sea la gloria en la iglesia y en Cristo Jesús, por todos los siglos venideros. Amén.
Estábamos con él en el monte santo cuando resplandeció con la gloria y honor de Dios el Padre. Una voz desde la imponente gloria le dijo: «Este es mi Hijo amado; estoy muy complacido con él».