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2 Pedro 1:17 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

17-18 Estábamos con él en el monte santo cuando resplandeció con la gloria y honor de Dios el Padre. Una voz desde la imponente gloria le dijo: «Este es mi Hijo amado; estoy muy complacido con él».

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Biblia Reina Valera 1960

17 Pues cuando él recibió de Dios Padre honra y gloria, le fue enviada desde la magnífica gloria una voz que decía: Este es mi Hijo amado, en el cual tengo complacencia.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

17 cuando él recibió honor y gloria de parte de Dios Padre. La voz de la majestuosa gloria de Dios le dijo: «Este es mi Hijo muy amado, quien me da gran gozo».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

17 cuando recibió de Dios Padre gloria y honor. En ese momento llegó sobre él una palabra muy extraordinaria de la gloriosa Majestad: 'Este es mi Hijo muy querido, el que me agradó elegir.

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La Biblia Textual 3a Edicion

17 Porque cuando recibió de Dios Padre honor y gloria, le fue dirigida de la majestuosa gloria esta voz: Éste es mi Hijo, mi Amado, en quien tengo complacencia.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

17 Él recibió de Dios Padre honor y gloria, cuando la sublime Gloria le dirigió aquella voz: 'Éste es mi Hijo muy amado, en quien me he complacido'.

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2 Pedro 1:17
36 Tagairtí Cros  

Vean a mi Siervo, a quien yo sostengo, mi elegido, en quien me deleito. En él he puesto mi Espíritu, él mostrará lo que es justicia a las naciones del mundo.


Sin embargo, fue Dios mismo el que decidió humillarlo y hacerlo sufrir hasta la agonía. Pero el siervo ofreció su vida en sacrificio por nuestros pecados. Por eso, tendrá una larga vida y llegará a ver sus descendientes. Todos los planes de Dios se harán realidad por medio de sus manos.


«Aquí tienen a mi siervo, mi escogido, mi amado, en quien mi alma se deleita. Pondré mi Espíritu sobre él, y anunciará justicia a las naciones.


De pronto, Moisés y Elías aparecieron y se pusieron a hablar con él.


Pero mientras hablaba, una nube resplandeciente los cubrió y una voz dijo desde la nube: «Este es mi Hijo amado; en él me complazco. Obedézcanlo».


Por lo tanto, vayan y hagan discípulos en todas las naciones. Bautícenlos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo,


y una voz de los cielos dijo: «Este es mi Hijo amado, y en él me complazco».


Se escuchó entonces una voz del cielo que decía: «Tú eres mi Hijo amado; en ti me complazco».


En eso, una nube los cubrió. Desde la nube resonó una voz que les dijo: «Este es mi Hijo amado. Óiganlo a él».


»Mi Padre me ha entregado todas las cosas. Nadie sabe quién es el Hijo, sino el Padre; y nadie sabe quién es el Padre, sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar».


y el Espíritu Santo bajó sobre él en forma de paloma. Entonces se oyó una voz del cielo que decía: ―Tú eres mi Hijo amado; estoy muy contento contigo.


así como el Padre me conoce a mí y yo lo conozco a él, y doy mi vida por las ovejas.


¿por qué me acusan de haber blasfemado si el Padre me apartó y me envió al mundo? ¿Me acusan porque dije que soy el Hijo de Dios?


Créanme cuando les digo que yo estoy en el Padre y que el Padre está en mí. Y si no, al menos créanme por las obras mismas.


Jesús le contestó: ―Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie puede llegar al Padre si no es por mí.


Te ruego que todos estén unidos. Padre, así como tú estás en mí y yo en ti, permite que ellos también estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado.


Jesús le dijo: ―Suéltame, porque todavía no he ido a reunirme con mi Padre. Pero ve a mis hermanos y diles: “Voy a reunirme con mi Padre, que es el Padre de ustedes; con mi Dios, que es el Dios de ustedes”.


El Padre ama al Hijo y le ha dado poder sobre todo lo que existe.


El padre ama al hijo y le muestra todo lo que hace. Le mostrará cosas aun más grandes que estas y los dejará a ustedes asombrados.


El Padre tiene vida en sí mismo y ha permitido que el Hijo tenga también vida en sí mismo,


No trabajen por la comida que se acaba. Trabajen más bien por la comida que permanece y da vida eterna, que es la comida que el Hijo del hombre les dará. Sobre él ha puesto Dios el Padre su sello de aprobación.


Todos los que el Padre me da vendrán a mí; y al que viene a mí, no lo rechazo.


Y esta es la voluntad del que me envió: que no pierda a ninguno de los que él me ha dado, sino que los resucite en el día final,


¡Y que podamos así, juntos y a una voz, glorificar a Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo!


¡Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre misericordioso y Dios de toda consolación!


Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, que por siempre debe ser alabado, sabe que digo la verdad.


Él es el resplandor de la gloria de Dios, la fiel imagen de su ser y el que sostiene el universo con su palabra poderosa. Y después de haber realizado la purificación de los pecados, se sentó a la diestra de Dios en el cielo.


¡Que la gracia, misericordia y paz de Dios el Padre y de Jesucristo su Hijo estén con ustedes en verdad y en amor!


Judas, siervo de Jesucristo y hermano de Jacobo,


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