Bíobla ar líne

Fógraí


An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




Juan 11:44 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Y el que había estado muerto salió, con las manos y los pies vendados, y el rostro cubierto con un lienzo. Jesús les dijo: ―Quítenle las vendas y déjenlo ir.

Féach an chaibidil
Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

Y el que había muerto salió, atadas las manos y los pies con vendas, y el rostro envuelto en un sudario. Jesús les dijo: Desatadle, y dejadle ir.

Féach an chaibidil

Biblia Nueva Traducción Viviente

Y el muerto salió de la tumba con las manos y los pies envueltos con vendas de entierro y la cabeza enrollada en un lienzo. Jesús les dijo: «¡Quítenle las vendas y déjenlo ir!».

Féach an chaibidil

Biblia Católica (Latinoamericana)

Y salió el muerto. Tenía las manos y los pies atados con vendas y la cabeza cubierta con un velo. Jesús les dijo: 'Desátenlo y déjenlo caminar.

Féach an chaibidil

La Biblia Textual 3a Edicion

Y el que había muerto salió, atados los pies y las manos con vendas. Y su rostro había sido envuelto en un sudario. Jesús les dice: ¡Desatadlo y dejadlo ir!

Féach an chaibidil

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Salió el muerto, con los pies y las manos atadas con vendas, y con el rostro envuelto en un sudario. Díceles Jesús: 'Desatadlo y dejadle que camine'.

Féach an chaibidil

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y el que había muerto salió, atadas las manos y los pies con vendas; y su rostro estaba envuelto en un sudario. Jesús les dijo: Desatadle, y dejadle ir.

Féach an chaibidil
Aistriúcháin eile



Juan 11:44
20 Tagairtí Cros  

Entonces Dios dijo: «¡Que aparezca la luz!». Y apareció la luz.


Porque bastó que hablara, y surgió el mundo. ¡A su mandato, apareció!


»¿Lo rescataré del infierno? ¿Lo libraré de la muerte? Muerte, ¿dónde están tus plagas? Sepulcro, ¿dónde está tu poder destructor? ¡No le tendré más compasión!».


»Llegó el otro empleado y dijo: “Señor, aquí está su dinero. Lo envolví en un pañuelo y lo guardé.


Entonces el muerto se levantó y comenzó a hablar, y Jesús se lo entregó a su madre.


Jesús ordenó: ―Quiten la piedra. Marta, la hermana del muerto, respondió: ―Señor, ya debe oler mal, pues hace cuatro días que murió.


Después de decir esto, gritó con todas sus fuerzas: ―¡Lázaro, sal de ahí!


Entre los dos envolvieron el cuerpo de Jesús con vendas empapadas en las especias aromáticas. Así era la costumbre judía de sepultar a los muertos.


Se inclinó para mirar, y vio las vendas, pero no entró.


y la tela que había cubierto la cabeza de Jesús. Pero la tela no estaba con las vendas sino enrollada en lugar aparte.


Así como el Padre resucita a los muertos y les da vida, de la misma manera también el Hijo le da vida a quien él quiere.


Les aseguro que ya viene la hora, y ya ha llegado, en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los que la oigan vivirán.


Él transformará nuestro cuerpo miserable para que sea como su cuerpo glorioso. Esto lo hará por medio del poder con el que domina todas las cosas.


el que vive aunque estuvo muerto; pero ahora vivo para siempre y tengo las llaves del infierno y de la muerte.


»El Señor mata, el Señor da vida.