Una vez allí, Elías les dijo: ―¿Hasta cuándo estarán ustedes vacilando entre dos opiniones? —le preguntó al pueblo—. ¡Si el Señor es Dios, síganlo; pero si Baal es Dios, sigan a Baal!
Juan 10:24 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Entonces lo rodearon los judíos y le preguntaron: ―¿Hasta cuándo nos vas a tener con esta duda? Si tú eres el Cristo, dínoslo claramente. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y le rodearon los judíos y le dijeron: ¿Hasta cuándo nos turbarás el alma? Si tú eres el Cristo, dínoslo abiertamente. Biblia Nueva Traducción Viviente La gente lo rodeó y le preguntó: —¿Hasta cuándo nos tendrás en suspenso? Si tú eres el Mesías, dínoslo sin rodeos. Biblia Católica (Latinoamericana) cuando los judíos lo rodearon y le dijeron: '¿Hasta cuándo nos vas a tener en suspenso? Si tú eres el Mesías, dínoslo claramente. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces lo rodearon los judíos, y le decían: ¿Hasta cuándo nos turbarás el alma? Dinos claramente si tú eres el Mesías. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Lo rodearon los judíos para preguntarle: '¿Hasta cuándo nos vas a tener en vilo? Si tú eres el Cristo, dínoslo claramente'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y le rodearon los judíos y le dijeron: ¿Hasta cuándo nos has de turbar el alma? Si tú eres el Cristo, dínoslo abiertamente. |
Una vez allí, Elías les dijo: ―¿Hasta cuándo estarán ustedes vacilando entre dos opiniones? —le preguntó al pueblo—. ¡Si el Señor es Dios, síganlo; pero si Baal es Dios, sigan a Baal!
a preguntarle a Jesús: ―¿Eres tú de veras el que estábamos esperando, o debemos esperar a otro?
Con tanta franqueza les habló, que Pedro lo llamó aparte y lo reprendió.
Los judíos de Jerusalén enviaron sacerdotes y ayudantes del templo para que le preguntaran a Juan quién era él. Esto es lo que Juan les respondió:
Los judíos le respondieron: ―No te apedreamos por ninguna de ellas sino porque has blasfemado. Tú no eres más que un hombre y te haces pasar por Dios.
»Les he dicho todo esto por medio de comparaciones, pero viene la hora en que ya no usaré más comparaciones, sino que les hablaré claramente acerca de mi Padre.
Le preguntaron: ―¿Quién eres tú? Jesús les contestó: ―En primer lugar, ¿por qué tengo que darles explicaciones?
¿Acaso eres más importante que nuestro padre Abraham? Él murió, y también los profetas murieron. ¿Quién te has creído que eres?
Sus padres contestaron así porque tenían miedo de los judíos, pues estos se habían puesto de acuerdo para expulsar de la sinagoga a todo el que reconociera que Jesús era el Cristo.