»Miren, antes de que llegue mi día de juicio, que será un día muy impactante, yo les enviaré otro profeta como Elías.
Juan 1:21 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Le preguntaron: ―¿Y quién eres entonces? ¿Eres acaso Elías? Él respondió: ―No lo soy. ―¿Eres el Profeta? ―No. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y le preguntaron: ¿Qué pues? ¿Eres tú Elías? Dijo: No soy. ¿Eres tú el profeta? Y respondió: No. Biblia Nueva Traducción Viviente —Bien. Entonces, ¿quién eres? —preguntaron—. ¿Eres Elías? —No —contestó. —¿Eres el Profeta que estamos esperando? —No. Biblia Católica (Latinoamericana) Le preguntaron: '¿Quién eres, entonces? ¿Elías?' Contestó: 'No lo soy. Le dijeron: '¿Eres el Profeta?' Contestó: 'No. La Biblia Textual 3a Edicion Y le preguntaron: ¿Qué, pues? ¿Eres tú Elías?° Y dice: No lo soy. ¿Eres tú el Profeta?° Y respondió: No. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y le preguntaron: 'Pues entonces, ¿qué? ¿Eres tú Elías?'. Y él contesta: 'No lo soy'. '¿Eres tú el profeta?'. Y respondió: 'No'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y le preguntaron: ¿Qué, pues? ¿Eres tú Elías? Y dijo: No soy. ¿Eres tú el Profeta? Y él respondió: No. |
»Miren, antes de que llegue mi día de juicio, que será un día muy impactante, yo les enviaré otro profeta como Elías.
―Bueno —le respondieron—, algunos dicen que eres Juan el Bautista; otros, que eres Elías; y otros, que eres Jeremías o alguno de los profetas.
y también irá primero, delante del Señor, con el mismo espíritu y poder que tuvo el profeta Elías. Él reconciliará a los padres con los hijos y hará que los desobedientes aprendan de la sabiduría de los justos. De esta manera preparará al pueblo para recibir al Señor.
Le dijeron: ―¿Quién eres entonces? Tenemos que llevar una respuesta a los que nos enviaron. ¿Qué puedes decir de ti mismo?
le preguntaron: ―Si no eres el Cristo, ni Elías ni el Profeta, ¿por qué bautizas?
Al darse cuenta de la señal milagrosa que Jesús realizó, la gente comenzó a decir: ―No cabe duda de que este es el profeta que tenía que venir al mundo.
Al oír sus palabras, algunos de entre la multitud decían: «No cabe duda de que este es el Profeta».