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Juan 1:19 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Los judíos de Jerusalén enviaron sacerdotes y ayudantes del templo para que le preguntaran a Juan quién era él. Esto es lo que Juan les respondió:

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Biblia Reina Valera 1960

Este es el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron de Jerusalén sacerdotes y levitas para que le preguntasen: ¿Tú, quién eres?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Este fue el testimonio que dio Juan cuando los líderes judíos enviaron sacerdotes y ayudantes del templo desde Jerusalén para preguntarle: —¿Quién eres?

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Este fue el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron sacerdotes y levitas desde Jerusalén para preguntarle: '¿Quién eres tú?'

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La Biblia Textual 3a Edicion

Este es el testimonio de Juan, cuando los judíos le enviaron desde Jerusalem unos sacerdotes y levitas, para que le preguntaran: ¿Tú quién eres?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Y éste es el testimonio de Juan, cuando los judíos le enviaron desde Jerusalén sacerdotes y levitas para preguntarle: '¿Quién eres tú?'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y este es el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron de Jerusalén sacerdotes y levitas, a preguntarle: ¿Tú quién eres?

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Juan 1:19
27 Tagairtí Cros  

Entonces lo rodearon los judíos y le preguntaron: ―¿Hasta cuándo nos vas a tener con esta duda? Si tú eres el Cristo, dínoslo claramente.


Los judíos, una vez más, tomaron piedras para arrojárselas,


Por eso muchos judíos habían ido a casa de Marta y María, para consolarlas por la muerte de su hermano.


Frente a esto, los judíos le preguntaron: ―¿Qué señal nos puedes mostrar de que tienes derecho de hacer esto?


Los judíos dijeron: ―¡Les llevó cuarenta y seis años construir este templo, ¿y tú dices que en tres días lo puedes volver a construir?


Por eso los judíos le dijeron al hombre que había sido sanado: ―Hoy es sábado, y no está permitido que andes cargando tu camilla.


El hombre se fue y les dijo a los judíos que Jesús era el que lo había sanado.


Por estas cosas los judíos perseguían a Jesús, por hacerlas en sábado.


Por esto los judíos trataban aún más de matarlo, ya que desobedecía la ley acerca del sábado y decía que Dios era su Padre, con lo cual se hacía igual a Dios.


Entonces los judíos empezaron a murmurar contra Jesús, porque dijo: «Yo soy el pan que bajó del cielo».


Entonces los judíos se pusieron a discutir entre ellos, diciendo: «¿Cómo puede este darnos a comer su carne?».


Después de esto, Jesús andaba por Galilea. No quería ir a Judea porque allí los judíos lo esperaban para matarlo.


Por eso los jefes judíos lo buscaban durante la fiesta, y decían: «¿Dónde estará ese hombre?».


Los jefes judíos estaban admirados y decían: ―¿Cómo sabe tanto este hombre, si nunca ha estudiado?


Los judíos decían: «¿Será que está pensando suicidarse, y por eso dice que a donde él va nosotros no podemos ir?».


Los judíos respondieron: ―Tenemos razón al decir que eres samaritano, y que estás endemoniado.


Los judíos dijeron: ―Ahora estamos seguros de que estás endemoniado. Abraham murió y también los profetas, pero tú dices que si alguno obedece tu palabra, nunca morirá.


Los judíos le dijeron: ―Todavía no tienes cincuenta años de edad, ¿y ya has visto a Abraham?


Al final de su carrera, Juan declaró: “¿Creen ustedes acaso que soy el Mesías? ¡No! Pero él vendrá pronto. En comparación con él yo no valgo nada”.


Entonces Pablo les explicó que el bautismo de Juan era para el arrepentimiento, y que Juan había enseñado que era necesario creer en aquel que venía después de él, es a saber, Jesús el Mesías.


»Observa muy cuidadosamente las instrucciones del sacerdote en caso de lepra, porque yo le he dado las normas y las instrucciones que debes obedecer a la letra.


Este es el mensaje que Dios nos ha dado para ustedes: Dios es luz y en él no hay tinieblas.