El rey de Siria sentía mucha admiración por Naamán, comandante en jefe de su ejército, porque había conducido a sus soldados a muchas victorias gloriosas. Era un gran héroe, pero estaba leproso.
Josué 8:7 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Entonces ustedes saldrán de su escondite y entrarán en la ciudad, porque el Señor nos la entregó. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Entonces vosotros os levantaréis de la emboscada y tomaréis la ciudad; pues Jehová vuestro Dios la entregará en vuestras manos. Biblia Nueva Traducción Viviente ustedes saldrán de golpe de su escondite y tomarán posesión de la ciudad. Pues el Señor su Dios la entregará en sus manos. Biblia Católica (Latinoamericana) En ese momento saldrán ustedes de su emboscada y ocuparán la ciudad, ya que Yavé su Dios la puso en manos de ustedes. La Biblia Textual 3a Edicion Mientras huimos ante ellos, vosotros saldréis de la emboscada, y conquistaréis la ciudad, pues YHVH vuestro Dios la ha entregado en vuestra mano. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Mientras nosotros retrocedemos, vosotros saldréis de la emboscada y os apoderaréis de la ciudad, pues Yahveh, vuestro Dios, la ha entregado en vuestras manos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces vosotros os levantaréis de la emboscada, y os echaréis sobre la ciudad; porque Jehová vuestro Dios la entregará en vuestras manos. |
El rey de Siria sentía mucha admiración por Naamán, comandante en jefe de su ejército, porque había conducido a sus soldados a muchas victorias gloriosas. Era un gran héroe, pero estaba leproso.
El Señor le dijo a Josué: «No temas ni desmayes, toma contigo toda la gente de guerra, y levántate y sube a Hai. La he entregado en tus manos para que la conquistes. He entregado en tus manos al rey de Hai y a todo su pueblo, su ciudad y su tierra.
Dejaremos que nos persigan hasta que todos hayan salido de la ciudad. Dirán: “Los israelitas están huyendo nuevamente”.
Prendan fuego a la ciudad como el Señor lo ha ordenado. Bien, ya saben lo que tienen que hacer».
David le preguntó nuevamente al Señor, y el Señor nuevamente le respondió: ―Vete a Queilá, porque yo te ayudaré a conquistar a los filisteos.