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Josué 8:1 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

1 El Señor le dijo a Josué: «No temas ni desmayes, toma contigo toda la gente de guerra, y levántate y sube a Hai. La he entregado en tus manos para que la conquistes. He entregado en tus manos al rey de Hai y a todo su pueblo, su ciudad y su tierra.

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Biblia Reina Valera 1960

1 Jehová dijo a Josué: No temas ni desmayes; toma contigo toda la gente de guerra, y levántate y sube a Hai. Mira, yo he entregado en tu mano al rey de Hai, a su pueblo, a su ciudad y a su tierra.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 Entonces el Señor le dijo a Josué: «No tengas miedo ni te desanimes. Toma a todos tus hombres de guerra y ataca la ciudad de Hai, porque te he entregado al rey de Hai, a su pueblo, su ciudad y su tierra.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 Yavé dijo a Josué: '¡No temas ni tengas miedo! Reúnete con todos los hombres de guerra y vayan a atacar a Aí. Pues has de saber que puse en tus manos al rey de Aí y a su pueblo, su ciudad y su territorio.

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 Dijo YHVH a Josué: ¡No temas ni desmayes! Toma contigo a toda la gente de guerra, y ve y sube a Hai. He aquí, Yo he entregado en tu mano al rey de Hai, y su pueblo, y su ciudad, y su tierra.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Yahveh dijo entonces a Josué: 'No temas ni desmayes. Toma contigo a toda la gente de guerra y disponte a subir a Ay. Mira: voy a entregar en tus manos al rey de Ay con su pueblo, su ciudad y su región.

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Josué 8:1
24 Tagairtí Cros  

El Señor es mi luz y mi salvación; ¿a quién temeré? El Señor me protege del peligro, ¿quién podrá amedrentarme?


No fue con su espada, ni por su propia fuerza y habilidad que vencieron, sino por tu gran poder y porque tú les sonreíste y los favoreciste.


¡Aquí, entre nosotros, está el Señor Todopoderoso! ¡Nuestro refugio es él, el Dios de Jacob!


¡Miren! ¡Dios ha acudido a salvarme! Estaré confiado y no temeré, porque el Señor es mi fuerza y mi canción, ¡él es mi salvación!


Cuando pases por aguas profundas de gran tribulación, yo estaré contigo. Cuando pases por ríos no te ahogarás. Cuando pases por fuego no te quemarás, las llamas no te consumirán.


¡Pero tú no temas, oh pueblo mío que regresas a tu tierra, no te desanimes, porque yo te salvaré allá lejos y te traeré a tus hijos y a tus hijas desde tierra lejana! ¡Sí, Israel retornará a su tierra y tendrá reposo y nada lo asustará!


¡Clama, Hesbón, porque la ciudad de Hai ha sido destruida! ¡Solloza, población de Rabá, vístete de luto, solloza y gime, oculta entre los matorrales, porque tu dios Moloc será desterrado junto con sus príncipes y sacerdotes!


Lo que pasa en el mundo está bajo su control. Él quita reyes y coloca a otros sobre sus tronos. Él da a los sabios sabiduría, y a los entendidos su inteligencia.


que lo separen de la gente y viva en los campos como un animal, comiendo la hierba como una vaca, su espalda mojada por el rocío del cielo. Durante siete años esta será su vida, hasta que aprenda que el Dios Altísimo domina los reinos de la tierra y se los da a quien él quiere.


Todos los habitantes de la tierra son como nada cuando se comparan con él. Hace lo que le parece mejor tanto en el cielo como entre los habitantes de la tierra. Nadie puede oponerse a su poder.


―Hombres de poca fe, ¿a qué viene tanto miedo? —les respondió. Entonces, se puso de pie, reprendió al viento y a las olas, y la tormenta cesó y todo quedó en calma.


No tengas miedo porque el Señor irá delante de ti y estará contigo. Él no te desamparará. No temas ni te desanimes».


No les tengas miedo. Recuerda lo que el Señor tu Dios le hizo al faraón y a toda la tierra de Egipto.


»No tengas miedo de esas naciones porque el Señor tu Dios está contigo y es un Dios poderoso y terrible.


Sí, esfuérzate y sé valiente, no temas ni desmayes, porque el Señor tu Dios estará contigo dondequiera que vayas».


Entonces Josué y la gente de guerra marcharon desde Guilgal en auxilio de Gabaón.


«No temas delante de ellos —le dijo el Señor a Josué—, porque ya están derrotados. Los he entregado en tus manos para que los destruyas. Ninguno de ellos podrá hacerte frente».


«El Señor nos dará toda la tierra —dijeron—, porque el pueblo está muerto de miedo a causa de nosotros».


«Jericó, su rey, y todos sus guerreros ya están derrotados, porque los he entregado en tus manos.


Porque cuando los cananeos y los demás pueblos cercanos lo oigan, nos rodearán, nos atacarán y nos exterminarán. Y cuando esto ocurra, ¿qué habrá de la honra que merece tu gran nombre?


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