En el Señor me encuentro protegido. ¿Cómo se atreven a decirme: «Huye a las montañas para protegerte»?
Josué 2:16 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 ―Huyan a las montañas; escóndanse allí tres días hasta que los hombres que los buscan hayan regresado, y luego podrán continuar su camino —les dijo. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y les dijo: Marchaos al monte, para que los que fueron tras vosotros no os encuentren; y estad escondidos allí tres días, hasta que los que os siguen hayan vuelto; y después os iréis por vuestro camino. Biblia Nueva Traducción Viviente —Huyan a la zona montañosa —les dijo—. Escóndanse allí de los hombres que los están buscando por tres días. Luego, cuando ellos hayan vuelto, ustedes podrán seguir su camino. Biblia Católica (Latinoamericana) Les dijo: 'Huyan a los cerros para que no los encuentren los que los persiguen. Quédense allí escondidos tres días, hasta que regresen los que los persiguen, luego sigan su camino'. La Biblia Textual 3a Edicion y les dijo: Marchaos al monte, no sea que os alcancen los perseguidores. Os esconderéis allí tres días, hasta que hayan vuelto los perseguidores, y después seguiréis vuestro camino. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y les dijo: 'Encaminaos hacia el monte, para que no os encontréis con los que os persiguen, y escondeos allí durante tres días, hasta que vuelvan los perseguidores; después podéis seguir vuestro camino'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y les dijo: Marchaos a la montaña, no sea que los perseguidores os encuentren; y escondeos allí por tres días hasta que los perseguidores regresen; y después seguiréis vuestro camino. |
En el Señor me encuentro protegido. ¿Cómo se atreven a decirme: «Huye a las montañas para protegerte»?
Lo mismo le pasó a Rahab, la prostituta, cuando recibió a los espías y los ayudó a huir por otro camino. Ella fue declarada justa.
Como la casa de ella estaba sobre la muralla de la ciudad, ella los bajó por una ventana con una cuerda.
Los dos espías subieron a las montañas y permanecieron allí tres días hasta que los hombres que los estaban buscando regresaron a la ciudad después de buscar inútilmente por todo el camino.
David se fue a vivir en las cuevas del desierto en la región montañosa de Zif. Un día, cerca de Hores, supo que Saúl iba hacia Zif en su busca. Saúl lo perseguía día tras día para matarlo, pero el Señor no permitió que lo encontrara.