1 Samuel 23:14 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

^14-15 David se fue a vivir en las cuevas del desierto en la región montañosa de Zif. Un día, cerca de Hores, supo que Saúl iba hacia Zif en su busca. Saúl lo perseguía día tras día para matarlo, pero el Señor no permitió que lo encontrara.

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

¹⁴ Y David se quedó en el desierto en lugares fuertes, y habitaba en un monte en el desierto de Zif; y lo buscaba Saúl todos los días, pero Dios no lo entregó en sus manos.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹⁴ David se refugió en unas fortalezas que había en el desierto y en la zona montañosa de Zif. Saúl lo perseguía día tras día, pero Dios no permitió que Saúl lo encontrara.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹⁴ David permaneció en los refugios del desierto, en la montaña y en el desierto de Zif. Saúl lo buscaba todos los días, pero Dios no lo puso en sus manos.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹⁴ Y David permaneció en el desierto, en lugares de difícil acceso, en la región montañosa del desierto de Zif, entre tanto Saúl lo buscaba cada día; pero ’Elohim no lo entregó en su mano.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹⁴ David vivía en el desierto, en los refugios, y se estableció en las colinas del desierto de Zif. Y aunque Saúl lo buscaba sin pausa, Dios no lo entregó en sus manos.

1 Samuel 23:14 Tagairtí Cros

Salmos 32:7

Tú eres mi refugio; tú me protegerás del peligro y me rodearás con cánticos de liberación.

Salmos 55:7

Yo volaría a los lejanos desiertos y allá me quedaría.

Proverbios 1:16

porque sus pies se apresuran hacia el mal; ¡tienen prisa por derramar sangre!

Proverbios 21:30

Nadie, por inteligente o sabio que sea, puede enfrentarse al Señor.

Proverbios 4:16

Los malvados no duermen hasta haber hecho lo malo; no pueden descansar hasta hacer que alguien tropiece y caiga.

Jeremías 36:26

Entonces el rey ordenó a Jeramel, su hijo, a Seraías, hijo de Azriel, y a Selemías, hijo de Abdel, que detuvieran a Baruc y a Jeremías. Pero el Señor los ocultó.

Romanos 8:31

¿Qué más se puede decir? Si Dios está de parte nuestra, ¿quién podrá estar contra nosotros?

2 Timoteo 3:11

También sabes cuántas persecuciones y sufrimientos he tenido que afrontar especialmente en Antioquía, Iconio y Listra; pero el Señor me ha librado de todo ello.

1 Samuel 23:7

Saúl pronto supo que David estaba en Queilá. «Bien —exclamó—. Ahora lo tenemos. Dios lo ha entregado en mis manos, pues se ha atrapado a sí mismo en una ciudad amurallada».

1 Samuel 24:11

¿Ves lo que tengo en la mano? Es el borde de tu manto. Lo corté, pero no te quise matar. ¿No te convence esto de que no estoy tratando de causarte daño y que no he pecado contra ti, aunque tú has estado buscándome para darme muerte?

1 Samuel 27:1

Pero David se dijo: «Algún día Saúl me va a encontrar y me dará muerte, por lo tanto me iré a territorio de los filisteos hasta que Saúl deje de buscarme. Sólo así volveré a tener seguridad».