»En las ciudades que están dentro de los límites de la tierra que el Señor tu Dios te da, no perdonarás a nadie; destruirás a todo ser viviente.
Josué 11:11 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Los israelitas dieron muerte a toda persona e incendiaron la ciudad. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y mataron a espada todo cuanto en ella tenía vida, destruyéndolo por completo, sin quedar nada que respirase; y a Hazor pusieron fuego. Biblia Nueva Traducción Viviente Los israelitas destruyeron por completo a todo ser viviente de la ciudad, sin dejar sobrevivientes. No se le perdonó la vida a nadie. Y después Josué quemó la ciudad. Biblia Católica (Latinoamericana) Condenaron al anatema y pasaron a filo de espada a todos los seres vivientes que allí estaban; no se dejó a nadie con vida en Hasor, a la que se incendió. La Biblia Textual 3a Edicion Y mataron a filo de espada a cuantas personas había en ella, dedicándola al exterminio, sin que quedara un alma, y le prendieron fuego a Hazor. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pasaron a filo de espada a todos sus habitantes y los entregó al anatema, sin dejar supervivientes. Luego prendió fuego a la ciudad de Jasor. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y mataron a filo de espada a todas las almas que había en ella, destruyéndoles por completo; no quedó nada que respirase; y a Hazor le prendió fuego. |
»En las ciudades que están dentro de los límites de la tierra que el Señor tu Dios te da, no perdonarás a nadie; destruirás a todo ser viviente.
»Cuando el Señor tu Dios te las entregue, deberás destruirlas completamente. No hagas con ellas pacto, ni les muestres misericordia. Las destruirás completamente.
Josué conquistó toda la tierra: la región montañosa, las tierras bajas, y a todos sus reyes. Los destruyeron a todos como el Señor Dios les había ordenado,
Destruyeron cuanto había en ella: hombres, mujeres, ancianos y jóvenes; bueyes, ovejas y burros, en una palabra, todo.
Luego quemaron la ciudad y todo lo que había en ella, salvo lo que era de plata, oro, bronce y hierro, que fue guardado para entregarlo en la tesorería del Señor.