Bíobla ar líne

Fógraí


An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




Jeremías 8:18 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

¡No hay consuelo para mi tristeza; tengo el corazón lleno de dolor!

Féach an chaibidil
Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

A causa de mi fuerte dolor, mi corazón desfallece en mí.

Féach an chaibidil

Biblia Nueva Traducción Viviente

Mi dolor no tiene remedio; mi corazón está destrozado.

Féach an chaibidil

Biblia Católica (Latinoamericana)

El dolor se apodera de mí, el corazón me está fallando.

Féach an chaibidil

La Biblia Textual 3a Edicion

Aunque tenga consuelo en la aflicción,° Mi corazón desfallece dentro de mí,

Féach an chaibidil

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Mi alegría es para mí pesadumbre, mi corazón dentro de mí languidece.

Féach an chaibidil

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

A causa de mi fuerte dolor mi corazón desfallece en mí.

Féach an chaibidil
Aistriúcháin eile



Jeremías 8:18
12 Tagairtí Cros  

Ven pronto, Señor, y respóndeme, porque cada vez me deprimo más; ¡no te apartes de mí, o me muero!


Déjenme llorar, no traten de consolarme, déjenme llorar por mi pueblo al ver cómo lo destruyen.


Tengo el corazón lleno de dolor, me siento debilitado y confundido como un borracho que es tardo en reaccionar por causa del espantoso destino que les espera a los falsos profetas, porque el Señor ha pronunciado contra ellos palabras terribles de castigo.


¡Ay, estoy completamente lleno de dolores! ¡Me retuerzo de dolor; el corazón me late violentamente! ¡No puedo estarme sereno pues he oído y escuchado las trompetas del ejército enemigo y el vocerío de los soldados agresores que se nos vienen encima.


La fama de sus ejércitos hemos oído, y el miedo nos debilita. El miedo y el dolor nos atenazan como a mujer a punto de dar a luz.


¡Hay tanto dolor que parece que no me alcanzarán todas las lágrimas para llorar por tanta desgracia! ¡Ay, ya las lágrimas no me alcanzan para llorar por tantos muertos de mi pueblo!


Nuestros corazones están enfermos, débiles; todo lo vemos fúnebre y triste.


»Tiemblo cuando oigo de todo esto; mis labios se estremecen de temor. Mis piernas se me aflojan y me agito de terror. Esperaré tranquilamente el día de la angustia que vendrá sobre el pueblo que nos invade.