Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne

- Fógraí -





Habacuc 3:16 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

16 »Tiemblo cuando oigo de todo esto; mis labios se estremecen de temor. Mis piernas se me aflojan y me agito de terror. Esperaré tranquilamente el día de la angustia que vendrá sobre el pueblo que nos invade.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

16 Oí, y se conmovieron mis entrañas; A la voz temblaron mis labios; Pudrición entró en mis huesos, y dentro de mí me estremecí; Si bien estaré quieto en el día de la angustia, Cuando suba al pueblo el que lo invadirá con sus tropas.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

16 »Al oír esto, me estremecí por dentro; mis labios temblaron de miedo. Se me doblaron las piernas, caí y temblé de terror. Esperaré en silencio el día venidero cuando la catástrofe golpee al pueblo invasor.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

16 Al oírlo, mi corazón palpita, al sentirlo, mis labios se estremecen, se corrompe la médula en mis huesos, y temblequean mis piernas. Espero, sin embargo, el día amargo que sobrevendrá al pueblo opresor.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

16 Lo escuché, y se conmovieron mis entrañas, Y mis labios palpitaron al oírlo. La podredumbre entró en mis huesos, Y dentro de mí mismo me estremezco, porque debo esperar quieto el día de la adversidad, Cuando el pueblo que nos ha de invadir suba con sus tropas.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

16 Lo he oído y se estremecen mis entrañas, ante esa noticia tiemblan mis labios, la caries penetra en mis huesos, vacilan mis pasos al andar. Esperaré tranquilo el día de angustia que ha de venir sobre el pueblo invasor.

Féach an chaibidil Cóip




Habacuc 3:16
29 Tagairtí Cros  

Mis noches fatigosas están llenas de dolor, como si algo me perforara implacablemente los huesos.


Tengo la piel negra, y se me está cayendo. Los huesos me arden de fiebre.


El temor a ti me hace temblar; temo tus juicios.


Cuando me llame, yo responderé; estaré con él en la angustia, lo libraré y lo honraré.


La mujer ejemplar es gozo y corona de su marido, pero la que es mala lo destruye.


El corazón tranquilo le da vida al cuerpo, pero la envidia corroe los huesos.


Tengo retortijones y dolor de estómago, siento agudas punzadas de horror, como de mujer que da a luz. Me desmayo al oír lo que Dios planea, estoy horrorizado, me ciega la angustia.


Tengo el corazón lleno de dolor, me siento debilitado y confundido como un borracho que es tardo en reaccionar por causa del espantoso destino que les espera a los falsos profetas, porque el Señor ha pronunciado contra ellos palabras terribles de castigo.


¡Ay! en toda la historia, ¿cuándo hubo jamás un tiempo de terror como ese que se le viene encima a Israel? Es tiempo de mucho sufrimiento para mi pueblo —para Jacob— como nunca lo experimentaron antes. ¡Pero Dios los librará!


¡Ay, estoy completamente lleno de dolores! ¡Me retuerzo de dolor; el corazón me late violentamente! ¡No puedo estarme sereno pues he oído y escuchado las trompetas del ejército enemigo y el vocerío de los soldados agresores que se nos vienen encima.


Miren, traeré contra ustedes una nación lejana, oh Israel, dice el Señor, nación poderosa, nación antigua cuya lengua no entiendes.


Desde el cielo mandó el fuego que ahora me consume toda; me puso una trampa y me hizo caminar de espaldas hacia ella. Me abandonó y me dejó enferma todo el día.


¡Mira, oh Señor, mi angustia! ¡Mi corazón está quebrantado y todo mi ser desesperado por haberme rebelado contra ti! En las calles la espada de los enemigos mata a mis hijos y en casa sólo hay muerte.


El Espíritu me alzó por los aires. Yo iba lleno de amargura e ira, pero la mano del Señor me tenía agarrado con gran fuerza.


y me dejaron solo. Cuando yo vi esta visión espantosa perdí mis fuerzas, me puse pálido y débil del susto.


Cuando le oí hablar, caí boca abajo, desmayado.


»Luego me debilité y estuve enfermo durante varios días. Después me levanté y reanudé mis actividades y cumplí con mis deberes hacia el rey. Pero estaba muy preocupado por el sueño y no lo comprendía del todo».


«Señor, he oído de todos tus hechos poderosos y he quedado fascinado. »En este tiempo de tanta necesidad, repite tus actos poderosos como lo hiciste en tiempos anteriores. ¡Muéstranos tu poder y sálvanos! ¡En medio de la cólera, acuérdate que tus principales virtudes son la bondad y el perdón!


Si se mantienen firmes, se salvarán.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí