Luego, allí junto al río Ahava, proclamé un ayuno, para humillarnos delante de nuestro Dios. Le pedimos que nos diera un buen viaje y nos protegiera, junto con nuestros hijos y los bienes con los que viajábamos.
Jeremías 42:3 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 ¡Suplícale al Señor tu Dios que nos muestre qué debemos hacer y a dónde ir! Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 para que Jehová tu Dios nos enseñe el camino por donde vayamos, y lo que hemos de hacer. Biblia Nueva Traducción Viviente Ora que el Señor tu Dios nos muestre qué hacer y adónde ir. Biblia Católica (Latinoamericana) ¡Atiende, por favor, nuestra solicitud! Ruega a Yavé, tu Dios, por este grupito -pues de tantos que éramos, hemos quedado reducidos a unos pocos, como tú mismo lo puedes comprobar-, para que Yavé, tu Dios, nos indique el camino que debemos seguir o lo que tenemos que hacer. La Biblia Textual 3a Edicion para que YHVH tu Dios nos enseñe el camino por donde debemos andar, y lo que hemos de hacer. Biblia Serafín de Ausejo 1975 para que Yahveh, tu Dios, nos indique el camino por donde hemos de ir y lo que debemos hacer'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) para que Jehová tu Dios nos enseñe el camino por donde debemos ir, y lo que hemos de hacer. |
Luego, allí junto al río Ahava, proclamé un ayuno, para humillarnos delante de nuestro Dios. Le pedimos que nos diera un buen viaje y nos protegiera, junto con nuestros hijos y los bienes con los que viajábamos.
Señor, enséñame cómo debo vivir; guíame por la senda de rectitud, pues estoy rodeado de enemigos que me acechan.
Enséñame tus caminos, Señor, para que viva de acuerdo a tu verdad. Concédeme un corazón puro para que te honre.
Busca la voluntad del Señor en todo lo que hagas, y él dirigirá tus caminos.
«Vamos», dirán todos, «subamos al monte del Señor, al templo del Dios de Israel; allí nos enseñará él sus leyes, y las obedeceremos». Porque en aquellos días el mundo será gobernado desde Jerusalén.
El Señor les dio el mejor consejo: Pregunten dónde está el buen camino, las instrucciones justas en las que antes se orientaban, y vuelvan a vivir conforme a ellas. ¡Ya verán lo bien que se sentirán por ello! Pero responden: «¡No, estamos bien así!».
Pueblos numerosos llegarán y dirán: «Vengan, subamos al monte del Señor, entremos al templo del Dios de Israel para que él nos diga qué debemos hacer. Y nosotros seguiremos sus enseñanzas». Porque de Sion, esto es, de Jerusalén, saldrá la instrucción del Señor, la sabiduría y la justicia para vivir en paz.
¿Qué mortal puede oír, como hemos oído nosotros, la voz del Dios vivo, que habla desde el fuego, y vivir?
Ojalá siempre estuviera dispuesto a obedecer mis mandamientos. Si así fuera, les iría bien en todo a ellos, a sus hijos y a las generaciones futuras.