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Jeremías 4:23 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Miré su tierra, y hasta donde mi vista alcanzaba en todas direcciones no se veían más que ruinas, y el cielo estaba negro por el humo de los incendios.

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Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

Miré a la tierra, y he aquí que estaba asolada y vacía; y a los cielos, y no había en ellos luz.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Miré a la tierra y estaba vacía y no tenía forma; miré a los cielos y no había luz.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Miré a la tierra, pero estaba vacía y llena de confusión. Miré a los cielos, y eran sólo tinieblas.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Miré la tierra, y he aquí estaba desordenada y vacía,° Y los cielos, y no había luz en ellos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Miré a la tierra, y ¡ay! era un caos; a los cielos, y no tenían luz.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Miré la tierra, y he aquí que estaba sin forma y vacía; y los cielos, y no había en ellos luz.

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Jeremías 4:23
19 Tagairtí Cros  

La tierra estaba desordenada y no tenía forma. La oscuridad cubría el profundo abismo, mientras que el Espíritu de Dios se movía sobre las aguas.


El cielo se oscurecerá sobre ellos. No darán su luz las estrellas, ni el sol ni la luna.


Gruñen sobre sus víctimas como mar rugiente. Nube de tinieblas y dolor cubre a Israel. Negro es el cielo.


¡El cielo se espanta de esa gran estupidez y retrocede horrorizado y consternado!, dice el Señor.


Entonces se soltarán llorando por todos lados, hasta en los lugares desiertos, porque hay mucha desgracia, muerte de gente, de aves y ganados.


Él me hizo caminar en tinieblas, sin nada de luz.


¡La tierra tiembla delante de ellos, y el cielo se estremece! ¡El sol y la luna se oscurecen, y se esconden las estrellas!


En aquel tiempo yo haré que el sol se oculte al mediodía, y oscureceré la tierra cuando todavía sea de día. Lo ha dicho Dios el Señor.


»En aquel día no se sabrá con precisión si es de día o de noche.


»Una vez que la persecución de aquellos días haya cesado, “el sol se oscurecerá, la luna no dará su luz, y las estrellas del cielo y los poderes que están sobre la tierra se conmoverán”.


El cielo y la tierra desaparecerán, pero mis palabras permanecerán, para siempre.


Y vi un gran trono blanco sobre el que alguien estaba sentado. Al verlo, la tierra y el cielo salieron huyendo, sin dejar rastro alguno.