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Jeremías 22:10 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

¡No lloren la muerte de Josías! ¡Lloren más bien por los que son llevados cautivos! Porque jamás volverán a ver su país natal.

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Biblia Reina Valera 1960

No lloréis al muerto, ni de él os condoláis; llorad amargamente por el que se va, porque no volverá jamás, ni verá la tierra donde nació.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

No lloren por el rey muerto ni lamenten su pérdida. ¡En cambio, lloren por el rey cautivo que se llevan al exilio, porque nunca más volverá para ver su tierra natal!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

No lloren al que murió ni estén apenados por él. Lloren, más bien, por el que se va, pues no volverá más ni jamás verá su país natal.

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La Biblia Textual 3a Edicion

No lloréis al muerto, ni os lamentéis por él; Llorad con amargura por el que parte,° Porque no volverá a ver jamás su tierra natal.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

No lloréis por el muerto, ni tengáis pena por él. Llorad más bien por el que se va, porque no volverá más a ver el país en que nació.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

No lloréis por el muerto, ni hagáis duelo por él; llorad amargamente por el que se va; porque no volverá jamás, ni verá la tierra donde nació.

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Jeremías 22:10
19 Tagairtí Cros  

La desgracia de este pueblo no ocurrirá sino hasta después de tu muerte, de modo que tú no verás el mal que traeré sobre este lugar”». Y ellos llevaron el mensaje al rey.


En aquellos días, el faraón Necao, rey de Egipto, atacó al rey de Asiria, en el Éufrates. Entonces el rey Josías salió con el propósito de cerrarle el paso a Necao, pero este lo mató en Meguido.


Luego puso a Eliaquín, hermano de Joacaz, como rey de Judá (le cambió el nombre y le puso Joacim). Joacaz fue llevado a Egipto en calidad de prisionero.


Entonces comprendí que mejor están los muertos que los vivos.


Mueren los buenos, perecen los justos antes de tiempo sin que nadie parezca preocuparse o preguntarse la razón. Nadie pareciera darse cuenta de que Dios los aleja de los malos días que vendrán.


Nadie confortará con alimento a los dolientes ni les enviarán una copa de vino como señal de dolor y solidaridad por la muerte de padres y madres.


Esto dice el Señor respecto a Salún, que reinó después de su padre el rey Josías, y fue llevado cautivo:


Por lo tanto, esta es la condena del Señor contra el rey Joacim, quien reinó después de su padre Josías: Su familia no lo llorará cuando muera. A sus súbditos ni siquiera les importará que haya muerto. ¡Que tristeza ser echado al olvido de esa manera!


Jamás retornarán a la tierra que tanto aman.


Diles: El Señor de los ejércitos, el Dios de Israel, dice: Beban de esta copa de mi cólera hasta que estén borrachos; vomiten y caigan para no levantarse más, porque envío terribles guerras sobre ustedes.


y traeré de regreso al rey Jeconías, hijo de Joacim, rey de Judá, y a todos los demás cautivos que se encuentran desterrados en Babilonia, dice el Señor. Tengan por cierto que los libraré de la opresión que sufren de parte del rey de Babilonia.


»Porque el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel, dice: Así como mi ira y mi furia cayeron sobre el pueblo de Jerusalén, así caerá sobre ustedes cuando entren en Egipto. Los recibirán con disgusto y odio, los maldecirán y afrentarán, y jamás volverán a ver su patria.


Ni uno de ellos escapará a mi cólera excepto los que se arrepientan de haber venido y huyan de los demás para volver a su propio país.


Les fue menos mal a los que fueron muertos por las heridas de espada que a aquellos que lentamente se mueren de hambre.


«Hombre mortal, voy a quitarte tu hermosa esposa. Repentinamente ella morirá. Sin embargo, no debes mostrar ningún dolor. No llores; no le guardes luto.


Jesús se volvió hacía ellas y les dijo: ―Hijas de Jerusalén, no lloren por mí. Lloren más bien por ustedes y por sus hijos.