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Jeremías 16:7 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

7 Nadie confortará con alimento a los dolientes ni les enviarán una copa de vino como señal de dolor y solidaridad por la muerte de padres y madres.

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Biblia Reina Valera 1960

7 ni partirán pan por ellos en el luto para consolarlos de sus muertos; ni les darán a beber vaso de consolaciones por su padre o por su madre.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

7 Nadie ofrecerá una comida para consolar a quienes estén de luto por un muerto, ni siquiera por la muerte de una madre o de un padre. Nadie enviará una copa de vino para consolarlos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

7 Tampoco se repartirá pan en los velorios, ni se ofrecerá vino para consolar a los deudos. Nadie servirá a los hijos la copa del consuelo el día de la muerte de sus padres.

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La Biblia Textual 3a Edicion

7 ni partirán pan para consolar al que está de luto, ni le darán la copa del consuelo por su padre o por su madre.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 No se partirá el pan con el que está de luto, para consolarlo por un muerto, ni se le dará a beber la copa de la consolación por su padre o por su madre'.

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Jeremías 16:7
8 Tagairtí Cros  

Todos sus hermanos, hermanas y antiguos amigos llegaron y festejaron con él en su hogar, consolándolo en todos sus padecimientos, y alentándolo por las pruebas que el Señor le había mandado. Y cada uno de ellos le llevó un obsequio de una pieza de plata y un anillo de oro.


Luego observé opresión y tristeza por toda la tierra: lloraban los oprimidos y nadie les ayudaba, mientras sus opresores contaban con poderosos aliados.


¡No lloren la muerte de Josías! ¡Lloren más bien por los que son llevados cautivos! Porque jamás volverán a ver su país natal.


Se entregó a la inmoralidad y no pensó en el castigo que le podría venir. Ahora está humillada hasta lo más bajo y no hay nadie que la ayude, y clama: «¡Oh Señor, mira mi aflicción; el enemigo ha triunfado sobre mí!».


Puedes suspirar, pero en forma silenciosa. Que no haya duelo ni llanto ante su tumba, no te descubras la cabeza ni los pies como es la costumbre en estos casos, ni tampoco aceptes la comida que te traigan los amigos para consolarte».


Allí, lejos de tu hogar, no tendrás vino para ofrendar al Señor, ni le podrás ofrecer ningún sacrificio ritual que le sea grato. El pan que comerán allá será como el pan que se sirve en un velorio, que contamina a todos los que se lo comen. Ese alimento sólo les calmará el hambre, pero no podrán usarlo como ofrenda para el Señor.


No he tocado el diezmo estando yo ceremonialmente impuro (por ejemplo estando de duelo), ni lo he ofrecido a los muertos. He obedecido al Señor mi Dios y he hecho cuanto me has mandado.


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