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Génesis 9:26 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Luego Noé dijo: «¡Bendito sea el Señor, Dios de Sem! ¡Que Canaán sea esclavo de Sem!

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Biblia Reina Valera 1960

Dijo más: Bendito por Jehová mi Dios sea Sem, Y sea Canaán su siervo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Entonces dijo Noé: «¡Bendito sea el Señor, Dios de Sem, y sea Canaán su siervo!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

¡Bendito sea Yavé, Dios de Sem, y sea Canaán esclavo suyo!

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La Biblia Textual 3a Edicion

Luego dijo: Bendito sea YHVH, Dios de Sem,° Y sea Canaán su siervo.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Y añadió: '¡Bendito sea Yahveh, el Dios de Sem, y sea Canaán su esclavo! ¡Acreciente Dios a Jafet, habite en las tiendas de Sem; y sea Canaán su esclavo!'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Dijo más: Bendito sea Jehová Dios de Sem, y sea Canaán su siervo.

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Génesis 9:26
15 Tagairtí Cros  

¡Alabado sea el Dios Altísimo que te permitió derrotar a tus enemigos!». Entonces Abram le entregó a Melquisedec la décima parte de todos los bienes que había recuperado.


con la siguiente oración: «¡Alabado sea el Señor, Dios de mi amo Abraham, pues siempre ha sido tan bueno y leal con él! ¡Gracias por haberme guiado directamente a los familiares de mi amo!».


Que muchas naciones te sirvan; que muchos pueblos se inclinen delante de ti. Que seas el amo de todos tus parientes, y que todos ellos se inclinen delante de ti. Malditos sean los que te maldigan, y benditos los que te bendigan».


―Lo he puesto por señor tuyo y le he dado por siervos a todos sus parientes —le respondió Isaac—. Le he garantizado que tendrá abundancia de grano y de vino. ¿Qué puedo darte a ti, hijo mío?


Para poder vivir tendrás que usar tu espada, y servirás a tu hermano por un tiempo. Pero cuando seas más fuerte te liberarás del dominio de tu hermano».


¡Dichosos aquellos que tienen todo esto! ¡Dichoso el pueblo cuyo Dios es el Señor!


Los israelitas son descendientes de los patriarcas, y de ellos, según la naturaleza humana, nació Cristo, que es Dios sobre todas las cosas. ¡Bendito sea para siempre! Amén.


»No hay como el Dios de Jesurún, desciende de los cielos con majestuoso esplendor para ayudarte.


Deseaban, más bien, una patria mejor, es decir, la celestial. Por eso, Dios no se avergonzó de llamarse el Dios de ellos, y les preparó una ciudad.


Ahora caerá una maldición sobre ustedes. Desde este momento deben proporcionarnos esclavos que corten la leña y acarreen el agua para el servicio de nuestro Dios.


Años más tarde, cuando los israelitas fueron más fuertes, dominaron a los cananeos y los obligaron a trabajos forzados, pero jamás los expulsaron del territorio.