Estuvo lloviendo sobre la tierra durante cuarenta días. Como el nivel de las aguas subió, el barco comenzó a flotar sobre las aguas.
Génesis 7:16 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Habían entrado de dos en dos, macho y hembra, tal como Dios lo había ordenado. Después el Señor cerró la puerta del barco. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y los que vinieron, macho y hembra de toda carne vinieron, como le había mandado Dios; y Jehová le cerró la puerta. Biblia Nueva Traducción Viviente Entraron un macho y una hembra de cada especie, tal como Dios había ordenado a Noé. Luego el Señor cerró la puerta detrás de ellos. Biblia Católica (Latinoamericana) Y los que entraban eran un macho y una hembra de cada especie, que iban llegando según la orden de Dios.
Y Yavé cerró la puerta del arca detrás de Noé. La Biblia Textual 3a Edicion Y los que llegaron, macho y hembra de toda carne, entraron tal como lo había ordenado ’Elohim. Y YHVH cerró por él.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y los que entraron fueron macho y hembra de toda carne. Entraron como Dios había ordenado a Noé. Y Yahveh cerró la puerta tras él. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y los que entraron, macho y hembra de toda carne entraron, como le había mandado Dios. Y Jehová le cerró la puerta. |
Estuvo lloviendo sobre la tierra durante cuarenta días. Como el nivel de las aguas subió, el barco comenzó a flotar sobre las aguas.
¡Y cuán grande es su poder! Lo que él destruye no puede reedificarse. Cuando él acorrala a un hombre, no hay escapatoria.
Por eso no temeremos aunque el mundo se desintegre y los montes se derrumben y caigan al mar.
Así lo hicieron. Pero al regresar encontraron la puerta cerrada, pues el novio había llegado ya y había entrado a la boda con las muchachas que estaban listas con sus lámparas.
Cuando el dueño de la casa se levante y cierre la puerta, ustedes se pondrán a golpearla, y gritarán: “Señor, ábrenos”. Pero él les contestará: “No sé quiénes son ustedes”.
El Dios eterno es tu refugio, y abajo están los brazos eternos. Arroja a tus enemigos delante de ti y grita: “¡Destrúyelos!”.
a quienes Dios protege con su poder por la fe, hasta que llegue la salvación que se dará a conocer en lo últimos tiempos.