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Génesis 39:7 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Un día la mujer de Potifar comenzó a fijarse en José, se enamoró de él y lo invitó a tener relaciones sexuales con ella.

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Biblia Reina Valera 1960

Aconteció después de esto, que la mujer de su amo puso sus ojos en José, y dijo: Duerme conmigo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

y la esposa de Potifar pronto comenzó a mirarlo con deseos sexuales. —Ven y acuéstate conmigo —le ordenó ella.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

José era muy varonil y de buena presencia. Algún tiempo después, la esposa de su amo puso sus ojos en él, y le dijo: 'Acuéstate conmigo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Después de estas cosas, aconteció que la mujer de su señor puso sus ojos en José, y le dijo: ¡Acuéstate conmigo!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Después de esto sucedió que la esposa de su amo puso sus ojos en José y le dijo: 'Acuéstate conmigo'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y aconteció después de esto, que la esposa de su señor puso sus ojos en José, y dijo: Acuéstate conmigo.

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Génesis 39:7
19 Tagairtí Cros  

Entonces los hijos de Dios se fijaron en la belleza de las mujeres y tomaron como mujeres a todas las que quisieron.


Pero cuando se acercó para darle de comer, Amnón la agarró y le exigió: ―Acuéstate conmigo, hermana mía.


»Yo había convenido con mis ojos no mirar con lujuria a ninguna mujer.


Aparta mi vista de las cosas sin valor, y dame vida conforme a tu palabra.


Hijo mío, si los pecadores quieren engañarte, ¡no se los permitas!


Te librará de la mujer adúltera y de sus palabras seductoras.


para que no entregues tus mejores años ni tu fortaleza a quienes sólo quieren hacerte mal;


porque la prostituta anda tras tu dinero, pero la adúltera anda tras tu misma vida.


Lo abrazó por el cuello, lo besó, y con descaro le dijo:


Por eso han faltado hasta las lluvias de primavera, porque tú eres una coqueta del todo desvergonzada.


y allí ofreciste tu hermosura a cada hombre que pasaba, en una corriente interminable de prostitución!


»¡Sí, tú eres una esposa adúltera, que vives con otros hombres en vez de vivir con tu propio marido!


Así eres distinta de las demás prostitutas, pues eres tú la que pagas a los hombres para que vengan a ti.


Pero yo les digo: Cualquiera que mira a una mujer y desea acostarse con ella, comete adulterio en su corazón.


No hay mujer que se escape de sus lujuriosas miradas y no se cansan de cometer adulterio. Seducen a las personas débiles; son maestros en la avaricia y gente maldita.


porque nada de lo que hay en el mundo —las pasiones sexuales, el deseo de poseer todo lo que agrada y el orgullo de poseer riquezas— proviene del Padre sino del mundo.