El Señor se le apareció allí a Abram y le dijo: «Esta tierra se la voy a dar a tus descendientes». Entonces Abram construyó un altar para adorar al Señor, porque se le había aparecido allí.
Génesis 22:9 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Cuando llegaron al lugar que Dios le había indicado, Abraham edificó un altar y colocó la leña. Luego ató a su hijo Isaac y lo puso en el altar, sobre la leña. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y cuando llegaron al lugar que Dios le había dicho, edificó allí Abraham un altar, y compuso la leña, y ató a Isaac su hijo, y lo puso en el altar sobre la leña. Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando llegaron al lugar indicado por Dios, Abraham construyó un altar y colocó la leña encima. Luego ató a su hijo Isaac, y lo puso sobre el altar, encima de la leña. Biblia Católica (Latinoamericana) Al llegar al lugar que Dios le había indicado, Abrahán levantó un altar y puso la leña sobre él. Luego ató a su hijo Isaac y lo colocó sobre la leña. La Biblia Textual 3a Edicion Cuando llegaron al lugar que ’Elohim le había dicho, Abraham construyó allí el altar y preparó los troncos. Luego ató° a su hijo Isaac, y lo puso sobre el altar,° encima de los troncos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Llegaron al lugar que le había indicado Dios y edificó allí Abrahán un altar, dispuso la leña, ató a Isaac, su hijo y lo puso sobre el altar, encima de la leña. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y llegaron al lugar que Dios le había dicho, y Abraham edificó allí un altar, y compuso la leña, y ató a Isaac su hijo, y lo puso en el altar sobre la leña. |
El Señor se le apareció allí a Abram y le dijo: «Esta tierra se la voy a dar a tus descendientes». Entonces Abram construyó un altar para adorar al Señor, porque se le había aparecido allí.
Después, Abram salió de aquel lugar y viajó hacia el sur, a la región montañosa que queda entre Betel por el oeste y Hai por el este. Allí estableció su campamento e hizo un altar al Señor, e invocó su nombre.
Así que Abram se fue a vivir junto al bosque de encinas de Mamré, que queda cerca de Hebrón. Allí construyó un altar para el Señor.
Abraham le respondió: ―Dios lo proveerá, hijo mío. Y siguieron caminando.
Después Noé construyó un altar para adorar al Señor. En ese altar Noé le ofreció a Dios animales y aves adecuados para el sacrificio, es decir, que eran puros.
Puso la leña sobre el altar, cortó en pedazos el becerro y puso los trozos sobre la leña. ―Llenen cuatro cántaros de agua —dijo— y derramen el agua sobre el becerro y la leña. Después que lo hicieron les dijo:
El Señor es Dios y nos ilumina. Traigan al frente el sacrificio y déjenlo en el altar.
Muy temprano en la mañana, se reunieron los jefes de los sacerdotes, los ancianos, los maestros de la ley y el pleno del Consejo Supremo y tomaron una decisión. Ataron a Jesús, se lo llevaron y lo entregaron a Pilato.
El pasaje de las Escrituras que estaba leyendo era el siguiente: «Como oveja a la muerte lo llevaron, y como cordero mudo ante los que lo trasquilan, no abrió la boca.
Cristo nos redimió de la maldición de la ley, tomando sobre sí mismo la maldición por amor a nosotros. Porque dicen las Escrituras que es «maldito el que es colgado en un madero».
Y vivan amando a los demás, siguiendo el ejemplo de Cristo, que nos amó y se entregó por nosotros en sacrificio, como ofrenda de perfume agradable a Dios.
así Cristo fue ofrecido una sola vez en sacrificio para quitar los pecados de muchos. Y aparecerá por segunda vez, pero no para cargar con el pecado, sino para salvar a quienes lo esperan.
Nuestro antepasado Abraham fue declarado justo por lo que hizo. Él ofreció como sacrificio a su hijo Isaac sobre el altar.
Cristo mismo llevó en su cuerpo nuestros pecados a la cruz, para que muramos al pecado y llevemos una vida justa. Cristo fue herido para que ustedes fueran sanados.