El Señor le dijo a Abram: «Deja tu tierra, tus familiares y la casa de tu padre, y vete a la región que te voy a mostrar.
Génesis 20:13 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Cuando Dios me ordenó que saliera de la casa de mi padre, le dije a mi esposa: “Donde quiera que vayamos, me vas a hacer el favor de decir que yo soy tu hermano”. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y cuando Dios me hizo salir errante de la casa de mi padre, yo le dije: Esta es la merced que tú harás conmigo, que en todos los lugares adonde lleguemos, digas de mí: Mi hermano es. Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando Dios me llamó a abandonar la casa de mi padre y a viajar de lugar en lugar, le dije a ella: “Hazme un favor, por donde vayamos, dile a la gente que yo soy tu hermano”. Biblia Católica (Latinoamericana) Desde que los dioses me han hecho caminar de un lado para otro, lejos de mi patria, le dije: 'Tú me harás el favor de decir, en cualquier lugar donde lleguemos, que soy tu hermano. La Biblia Textual 3a Edicion Y sucedió que cuando ’Elohim me hizo salir errante de casa de mi padre, yo le dije a ella: De tu parte me harás este favor:° A todo lugar que lleguemos, allí dirás de mí: él es mi hermano. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Así que cuando Dios me hizo salir errante lejos de la casa de mi padre, le dije a ella: 'Me harás este favor: adonde quiera que vayamos, dirás que soy tu hermano''. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y fue que, cuando Dios me hizo salir errante de la casa de mi padre, yo le dije: Esta es la merced que tú me harás, que en todos los lugares adonde lleguemos, digas de mí: Mi hermano es. |
El Señor le dijo a Abram: «Deja tu tierra, tus familiares y la casa de tu padre, y vete a la región que te voy a mostrar.
Luego, Abram continuó su viaje hacia el sur, deteniéndose en varios lugares, hasta que llegó a la región del Néguev.
Pero en verdad, ella sí es mi hermana, pues es hija de mi padre aunque no de mi madre. Por eso me casé con ella.
Yo he hecho todo de buena fe, pues Abraham me dijo que ella era su hermana. Además, ella también me dijo que él es su hermano. Así que yo no tengo la culpa.
Unos a otros se animan a cometer el mal. Planean cómo poner sus trampas. «Aquí jamás las descubrirá», dicen.
Le dijo Pedro: —¿Por qué se pusieron de acuerdo para poner a prueba al Espíritu del Señor? Detrás de esa puerta están los jóvenes que acaban de enterrar a tu esposo y ahora te sacarán también a ti.
Por la fe, Abraham, cuando fue llamado para ir al lugar que iba a recibir como herencia, obedeció y salió sin saber a dónde iba.
―Alabado sea el Señor —dijo Saúl—. ¡Por fin alguien ha tenido compasión de mí!