Lot contempló toda la extensa llanura del Jordán, y vio que toda esa región, hasta Zoar, era muy buena para la agricultura, pues tenía mucha agua. Era como el jardín del Señor o como la tierra de Egipto. Así era esa región antes de que el Señor destruyera a Sodoma y a Gomorra.
Aún estaba hablando este mensajero, cuando llegó otro con más noticias malas: —Del cielo cayó un rayo que calcinó a las ovejas y a todos los criados. ¡Sólo yo escapé para contárselo!
Y así Babilonia, el más glorioso de los reinos, flor y nata de la cultura caldea, será completamente arrasada como lo fueron Sodoma y Gomorra cuando Dios les envió fuego del cielo;
¡Pero peores aún son los profetas de Jerusalén! Las cosas que hacen son horribles; cometen adulterio y se deleitan en sus malas acciones. Animan y aplauden a los malhechores en vez de advertirles de las consecuencias de sus malas acciones. Esos profetas son totalmente depravados, como lo eran los hombres de Sodoma y Gomorra.
El Señor anuncia que destruirá a Babilonia como destruyó a Sodoma, Gomorra y sus pueblos aledaños. Nadie volvió a vivir en ellos jamás, así como tampoco nadie volverá a vivir en Babilonia.
Y ello porque los delitos de mi pueblo son peores que los de Sodoma, que fue destruida en un abrir y cerrar de ojos sin que ningún ser humano tuviera que intervenir en su ruina.
»¿Cómo podré abandonarte, mi Efraín? ¿Cómo podré dejarte ir? ¿Cómo podré desampararte como lo hice con Admá y Zeboyín? ¡Me duele el corazón por ti y no puedo contener todo el amor que te tengo! ¡Me duele tanto tener que castigarte!
»Les destruí algunas de sus ciudades, como lo hice con Sodoma y Gomorra; las que quedan son sólo como tizones arrebatados del fuego. Pero no sirvió de nada, pues ni siquiera por ello ustedes acudieron a mí para que los ayudara. Lo ha dicho el Señor.
Por lo tanto, el Señor Todopoderoso ha jurado que Moab y Amón serán destruidas como lo fueron Sodoma y Gomorra, y sus lugares quedarán tan devastados que parecerán campos de espinales, minas de sal donde nada crece y sólo reina eterna desolación. Los que queden de mi pueblo les quitarán sus bienes y se apoderarán de su tierra».
Y los hijos de ustedes, las generaciones venideras y los extranjeros de tierras distantes que pasen verán la destrucción de la tierra y las enfermedades que el Señor ha enviado sobre ella.
Verán que toda la tierra es azufre y sal, desierta y calcinada, sin cultivar, tierra que no produce, ni siquiera hierba, como las de Sodoma y Gomorra, Admá y Zeboyín, que el Señor destruyó en medio de su ira.
Lo mismo les pasó a Sodoma, a Gomorra y a las ciudades vecinas. Por haberse entregado a toda clase de relaciones sexuales que Dios no aprueba, entre ellas las que van contra la naturaleza humana, fueron destruidas con el fuego eterno. Ahora son una advertencia para todos.
tendrá que beber del vino del furor de Dios que se ha echado puro en la copa de la ira divina!; y se le atormentará con fuego y azufre ardiendo en presencia de los santos ángeles y el Cordero.