Entonces el Señor hizo que desde el cielo lloviera fuego y azufre sobre Sodoma y Gomorra.
Éxodo 9:23 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Moisés extendió la mano, y el Señor envió truenos, rayos y granizo. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y Moisés extendió su vara hacia el cielo, y Jehová hizo tronar y granizar, y el fuego se descargó sobre la tierra; y Jehová hizo llover granizo sobre la tierra de Egipto. Biblia Nueva Traducción Viviente Así que Moisés levantó su vara al cielo, y el Señor envió truenos y granizo, y cayeron rayos hacia la tierra. El Señor descargó una terrible granizada sobre toda la tierra de Egipto. Biblia Católica (Latinoamericana) Así lo hizo Moisés. Extendió su bastón hacia el cielo, y Yavé mandó truenos y granizos, e hizo caer fuego sobre la tierra. Yavé hizo llover granizos sobre el país de Egipto. La Biblia Textual 3a Edicion Extendió, pues, Moisés su vara a los cielos y YHVH dio truenos y granizo, y el fuego se extendió por la tierra, y YHVH hizo llover granizo sobre la tierra de Egipto. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Extendió Moisés su cayado hacia el cielo y Yahveh mandó truenos y granizo, y cayeron rayos sobre la tierra. Yahveh hizo llover granizo sobre el país de Egipto. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Moisés extendió su vara hacia el cielo, y Jehová hizo tronar y granizar, y el fuego se desparramó por la tierra; y Jehová hizo llover granizo sobre la tierra de Egipto. |
Entonces el Señor hizo que desde el cielo lloviera fuego y azufre sobre Sodoma y Gomorra.
Por su bondad hace que vengan las nubes, ya sea para castigar o para bendecir.
Deja caer el granizo como piedras: ¿quién podrá resistir su frío que congela?
el fuego y el granizo, la nieve y la tormenta, el viento y el temporal que cumplen su mandato,
El Señor tronó en los cielos; el Dios que está sobre todos los dioses ha hablado: ¡Qué de granizo! ¡Qué de fuego!
La voz del Señor resuena sobre el mar. El Dios de gloria retumba sobre el impetuoso mar.
Resonó el trueno en el torbellino; el relámpago iluminó al mundo. La tierra tembló y se estremeció.
En la mañana del tercer día hubo una terrible tormenta de relámpagos y truenos. Una densa nube descendió sobre el monte, y hubo un largo toque de trompeta, y todo el pueblo tembló.
Todos los israelitas vieron los relámpagos y el humo que subía del monte, y oyeron los truenos y el toque de la trompeta, y se quedaron lejos, temblando de miedo.
También dile que mañana, a esta hora, enviaré una tormenta de granizo que azotará a toda la nación como jamás ha sido azotada.
La escena fue tan horrible que no se puede describir. Jamás en la historia de Egipto había habido una tormenta similar.
Y el Señor hará oír su majestuosa voz y descargará su potente brazo sobre sus enemigos con gran indignación, con llamas consumidoras, torbellinos, tremendas tormentas e inmensos granizos.
¡Yo pelearé contra ti y todos tus aliados con espada, peste, lluvias torrenciales, grandes piedras de granizo, fuego y azufre!
Además, mientras el enemigo huía hacia Bet Jorón, el Señor les lanzó una lluvia de granizo que los siguió hasta Azeca. Murieron más hombres a causa del granizo que por las espadas de los israelitas.
Hubo entonces estruendos, truenos y relámpagos, mientras la tierra se sacudía con un terremoto de una magnitud sin precedente en la historia.
y se desató del cielo una granizada tan grande que cada uno de los granizos que caía sobre la humanidad pesaba alrededor de cuarenta kilos. Y la humanidad maldijo a Dios por esa terrible plaga.
Cuando el primero tocó la trompeta, cayó sobre la tierra una lluvia de granizo y fuego mezclados con sangre; una tercera parte de la tierra ardió y una tercera parte de los árboles quedó carbonizada; no hubo hierba verde en la tierra que no ardiera.