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Éxodo 9:21 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

pero otros no dieron importancia a la palabra del Señor, y los dejaron en el campo, a merced de la tormenta.

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Biblia Reina Valera 1960

mas el que no puso en su corazón la palabra de Jehová, dejó sus criados y sus ganados en el campo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

pero los que no hicieron caso a la palabra del Señor dejaron a los suyos a la intemperie.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

pero aquellos que no hicieron caso a la palabra de Yavé los dejaron en el campo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Pero el que no puso en su corazón la palabra de YHVH, dejó a sus siervos y sus ganados en el campo.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

pero los que no prestaron oídos a la palabra de Yahveh dejaron a sus siervos y a sus ganados en el campo.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Mas el que no puso en su corazón la palabra de Jehová, dejó sus criados y sus ganados en el campo.

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Éxodo 9:21
11 Tagairtí Cros  

¡Ahora, tomen la firme decisión de obedecer al Señor su Dios. Construyan el templo del Señor, para que trasladen a él el cofre del pacto y los demás utensilios que se utilizan en el culto».


Si Dios retirara su espíritu,


»¿Qué es el mísero hombre para que dediques tu tiempo a perseguirle?


El faraón regresó a su palacio, como si nada importante hubiera acontecido.


Algunos egipcios, aterrorizados por esta amenaza, recogieron sus ganados y sus esclavos de los campos;


Entonces el Señor le dijo a Moisés: «Levanta tu mano hacia el cielo, y haz que descienda granizo sobre todo Egipto, sobre personas, animales y vegetación».


El hombre prudente ve el peligro y se protege; el imprudente ciegamente avanza y sufre las consecuencias.


Entonces, mientras miraba y pensaba en esto, aprendí esta lección:


Me dijo: «Hombre mortal, observa y escucha, presta atención a todo lo que yo te mostraré, porque has sido traído aquí para que yo pueda mostrarte muchas cosas; y luego has de volver al pueblo de Israel para contarles todo lo que has visto».


Luego me dijo: “No tengas miedo, Daniel, pues desde el primer día en que trataste de comprender las cosas difíciles y te mostraste humilde ante tu Dios, él te escuchó. Por eso estoy aquí, como respuesta a tus oraciones.


Mientras agonizaba, las mujeres que la atendían le dijeron que se animara porque todo estaba bien y que el niño había sido varón. Pero ella no reaccionó de ninguna manera.