El altar de bronce que había hecho Bezalel hijo de Uri, y nieto de Jur, todavía se mantenía en pie frente al antiguo santuario del Señor. Por eso, Salomón y todos sus invitados se reunieron delante de él y ofrecieron al Señor mil ofrendas quemadas.
Éxodo 38:1 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 El altar de los holocaustos también fue construido de madera de acacia. Tenía dos metros y medio por lado en la parte superior, y un metro y medio de alto. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Igualmente hizo de madera de acacia el altar del holocausto; su longitud de cinco codos, y su anchura de otros cinco codos, cuadrado, y de tres codos de altura. Biblia Nueva Traducción Viviente Luego, Bezalel construyó, con madera de acacia, el altar de las ofrendas quemadas. Era cuadrado, de dos metros con treinta centímetros de ancho y de largo, y un metro con cuarenta centímetros de alto. Biblia Católica (Latinoamericana) Hizo también el Altar de los Holocaustos de madera de acacia. Tenía dos metros y medio de largo y otros tantos de ancho, esto es, cuadrado, y metro y medio de altura. La Biblia Textual 3a Edicion Hizo el altar del holocausto de madera de acacia: De cinco codos su longitud, cinco codos su anchura, cuadrado, y tres codos su altura. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Construyó con madera de acacia el altar de los holocaustos, de cinco codos de largo y cinco de ancho, cuadrado, y tres codos de alto. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Igualmente hizo el altar del holocausto de madera de acacia; su longitud de cinco codos, y su anchura de otros cinco codos, cuadrado, y de tres codos de altura. |
El altar de bronce que había hecho Bezalel hijo de Uri, y nieto de Jur, todavía se mantenía en pie frente al antiguo santuario del Señor. Por eso, Salomón y todos sus invitados se reunieron delante de él y ofrecieron al Señor mil ofrendas quemadas.
Salomón también hizo un altar de bronce de nueve metros de largo, por nueve de ancho y cuatro metros y medio de alto.
pieles de carnero teñidas de rojo, pieles de cabra, madera de acacia,
El Señor le dijo a Moisés: «Harás un lavamanos de bronce, con una base de bronce. Lo pondrás entre el Santuario y el altar, y lo llenarás de agua.
Tenía un cuerno en cada esquina, formando una sola pieza con el resto del altar. El altar estaba cubierto de bronce.
y colocó afuera el altar para los holocaustos, junto a la entrada, y ofreció en él un holocausto y una ofrenda de grano, tal como el Señor le había ordenado.
Todos los que el Padre me da vendrán a mí; y al que viene a mí, no lo rechazo.
Por esto, hermanos, tomando en cuenta el amor que Dios nos tiene, les ruego que cada uno de ustedes se entregue como sacrificio vivo y santo; este es el único sacrificio que a él le agrada.
Los que ofician en el santuario no tienen derecho a comer del altar que nosotros tenemos.
Por lo tanto, hermanos míos, a quienes Dios ha apartado para sí y que participan en el mismo llamado de la salvación, piensen ahora en Jesús, apóstol y sumo sacerdote de nuestra fe.
Y si esto es así, ¡la sangre de Cristo es todavía mejor! Pues por medio del Espíritu eterno, Cristo se ofreció a sí mismo a Dios como sacrificio sin mancha para purificar nuestra conciencia de las obras que conducen a la muerte, para que sirvamos al Dios viviente.
también ustedes son piedras vivas con las que se está edificando una casa espiritual. Así llegan a ser un sacerdocio santo, para que le ofrezcan a Dios sacrificios espirituales por medio de Jesucristo. Estos sacrificios a él le agradan.
La ciudad era completamente cuadrada. Su largo era igual a su ancho; su alto era exactamente igual al largo y al ancho: dos mil doscientos kilómetros.