Es como el buen aceite que, desde la cabeza, va descendiendo por la barba, por la barba de Aarón, hasta el borde de sus vestiduras.
Éxodo 30:30 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 También lo usarás para ungir a Aarón y a sus hijos, consagrándolos para que puedan servir delante de mí como sacerdotes. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Ungirás también a Aarón y a sus hijos, y los consagrarás para que sean mis sacerdotes. Biblia Nueva Traducción Viviente »Unge a Aarón y a sus hijos, a fin de consagrarlos para que me sirvan como sacerdotes. Biblia Católica (Latinoamericana) Ungirás también a Aarón y a sus hijos y los consagrarás para que sean mis sacerdotes. La Biblia Textual 3a Edicion Y ungirás a Aarón y a sus hijos y los santificarás para que sean mis sacerdotes. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Ungirás y consagrarás a Aarón y a sus hijos para que sean mis sacerdotes. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Ungirás también a Aarón y a sus hijos, y los consagrarás para que sean mis sacerdotes. |
Es como el buen aceite que, desde la cabeza, va descendiendo por la barba, por la barba de Aarón, hasta el borde de sus vestiduras.
Ordena a quienes he dotado de capacidad para ello, que le hagan vestiduras que lo distingan de los demás, para que pueda desempeñar el oficio de sacerdote.
Les pondrás a Aarón y a sus hijos estas vestiduras y luego los dedicarás al ministerio, ungiéndolos en la cabeza con aceite de oliva y santificándolos como sacerdotes y ministros míos.
Conságralos para que sean sagrados. Cualquier cosa que los toque será sagrada.
y los ungirás de la manera que lo hiciste con su padre, para que puedan servir delante de mí, como sacerdotes. La unción de ellos será permanente, es decir, de generación en generación: sus hijos y los hijos de sus hijos, todos ellos serán para siempre mis sacerdotes».
Moisés le dijo a Aarón: «Esto es lo que el Señor quiso decir cuando declaró: “Me santificaré entre los que se acercan a mí y seré glorificado delante de todo el pueblo”». Aarón, permaneció en silencio.
Después derramó el aceite de la unción sobre la cabeza de Aarón consagrándolo así para el servicio.
Acto seguido, tomó el aceite de la unción y un poco de sangre de la que había rociado sobre el altar, y los roció sobre Aarón y sus vestiduras, y sobre los hijos de Aarón y sus vestiduras, consagrando así para el servicio del Señor a Aarón, sus hijos y las vestiduras sacerdotales.
Todos ellos fueron ungidos para el sacerdocio, y dedicados para el servicio del santuario.