Bíobla ar líne

Fógraí


An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




Éxodo 28:2 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Hazle vestiduras especiales a Aarón, para indicar que está separado para el servicio de Dios, vestiduras hermosas que señalen la dignidad de su oficio.

Féach an chaibidil
Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

Y harás vestiduras sagradas a Aarón tu hermano, para honra y hermosura.

Féach an chaibidil

Biblia Nueva Traducción Viviente

Hazle a Aarón vestiduras sagradas que irradien belleza y esplendor.

Féach an chaibidil

Biblia Católica (Latinoamericana)

Harás a tu hermano Aarón vestiduras sagradas para que no le falte gloria ni belleza.

Féach an chaibidil

La Biblia Textual 3a Edicion

Harás vestiduras sagradas para tu hermano Aarón, para honra y esplendor.

Féach an chaibidil

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Harás para Aarón, tu hermano, vestiduras sagradas que le den esplendor y majestad.

Féach an chaibidil

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y harás vestiduras sagradas a Aarón tu hermano, para gloria y hermosura.

Féach an chaibidil
Aistriúcháin eile



Éxodo 28:2
36 Tagairtí Cros  

Pues ponte tus vestiduras de ceremonia; cúbrete de majestad y esplendor.


Vestiré de salvación a sus sacerdotes; sus fieles cantarán de júbilo.


Tus sacerdotes se vestirán de salvación; ¡que tus siervos fieles canten de gozo!


Porque el Señor se goza en su pueblo; él corona al humilde con la salvación.


Honra y majestad lo rodean; fortaleza y belleza hay en su templo.


»Para los hijos de Aarón harás túnicas, cintos y mitras que les den un aspecto honorable y respetable.


a Aarón y a sus hijos. El pueblo de Israel siempre debe dar esta porción de sus sacrificios de paz a Aarón y a sus hijos, como contribución.


las hermosas y sagradas vestiduras sacerdotales de Aarón y de sus hijos,


Le pondrás a Aarón las vestiduras sagradas y lo ungirás con aceite, y de esa manera quedará consagrado como sacerdote, para que me sirva.


Aquellos de quienes está escrito que escaparán a la destrucción de Jerusalén serán lavados y purificados de toda su inmundicia moral por medio de los horrores que pasarán y por el fuego. Constituirán el santo pueblo de Dios y la tierra les producirá la mayor abundancia y sus más ricos frutos.


¡Despierta, despierta, Jerusalén, y vístete de la fortaleza de Dios! Ponte tus hermosas vestiduras, Sion, ciudad Santa, porque nunca más entrarán por tus puertas los ejércitos extranjeros, esos que detestan a Dios.


Dice el profeta: ¡Dejen que les cuente la felicidad que Dios me ha dado! Me ha cubierto con vestiduras de salvación y me ha puesto un manto de justicia. Soy como novio vestido para celebrar la boda o como una novia enjoyada para el desposorio.


A todos los que guardan luto en Israel les dará: belleza en vez de cenizas, júbilo en vez de llanto, y alabanza en vez de abatimiento. Porque para gloria de Dios, él mismo los ha plantado como vigorosos y esbeltos robles.


Estamos completamente contaminados e inmundos de pecado. Todas nuestras buenas obras son como inmundos harapos. Como hojas de otoño nos decoloramos, nos marchitamos y caemos. Como viento, nos arrastran nuestros pecados.


Acto seguido, tomó el aceite de la unción y un poco de sangre de la que había rociado sobre el altar, y los roció sobre Aarón y sus vestiduras, y sobre los hijos de Aarón y sus vestiduras, consagrando así para el servicio del Señor a Aarón, sus hijos y las vestiduras sacerdotales.


Y la Palabra se hizo hombre y habitó entre nosotros. Y hemos visto su gloria, la gloria que le pertenece al Hijo único del Padre, en el que abundan el amor y la verdad.


Más bien, revístanse ustedes del Señor Jesucristo, y no busquen satisfacer los deseos de su naturaleza pecadora.


Dios hace justos a quienes creen en Jesucristo, sin favoritismo alguno.


Porque todos los que han sido bautizados en Cristo, se han revestido de él.


Sin embargo, vemos a Jesús, que fue hecho un poco inferior a los ángeles, y lo vemos coronado de gloria y honra por haber padecido la muerte por nosotros. De esta forma, por la gracia de Dios, la muerte de Jesús fue de beneficio para todos.


Era provechoso para nosotros tener un sumo sacerdote así como él: santo, sin maldad, intachable, apartado de los pecadores y elevado más alto que el cielo.


Estábamos con él en el monte santo cuando resplandeció con la gloria y honor de Dios el Padre. Una voz desde la imponente gloria le dijo: «Este es mi Hijo amado; estoy muy complacido con él».


Sí, amados míos, ahora somos hijos de Dios, y no podemos ni siquiera imaginarnos lo que vamos a ser después. Pero de algo estamos ciertos: que cuando él venga seremos semejantes a él, porque lo veremos tal como es.


se le ha permitido vestirse del lino más fino, limpio y resplandeciente». El lino fino simboliza las buenas obras del pueblo santo.


Así formaste un reino de sacerdotes que sirven a nuestro Dios y reinarán sobre la tierra».