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Éxodo 24:11 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Y aunque los ancianos pudieron contemplar a Dios, y comer y beber con él, no murieron, pues él no usó su poder para destruirlos.

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Biblia Reina Valera 1960

Mas no extendió su mano sobre los príncipes de los hijos de Israel; y vieron a Dios, y comieron y bebieron.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Aunque estos nobles de Israel pudieron contemplar a Dios, él no los destruyó. De hecho, compartieron una comida para celebrar el pacto, en la cual comieron y bebieron en su presencia.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Dios no dejó que su poder aplastara a los que había elegido, sino que vieron a Dios; luego comieron y bebieron.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y no extendió su mano contra los distinguidos de los hijos de Israel que pudieron contemplar a ’Elohim, y después comieron y bebieron.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

No extendió Dios su mano contra los representantes de los israelitas. Vieron a Dios, comieron y bebieron.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Mas no extendió su mano sobre los príncipes de los hijos de Israel: y vieron a Dios, y comieron y bebieron.

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Éxodo 24:11
24 Tagairtí Cros  

Agar llamó al Señor, que hablaba con ella, «el Dios que me ve», pues se decía para sus adentros: «He visto al Dios que me ve».


¿Acaso no lo convertiré en una nación grande y poderosa, y haré que sea una fuente de bendición para todas las naciones de la tierra?


Enseguida ofreció un sacrificio a Dios allí sobre la cumbre del monte, e invitó a sus parientes a participar de la comida. Después de comer, todos se quedaron esa noche en la montaña.


Entonces escribió una carta en nombre de Acab, le puso el sello y la envió a los dirigentes de Jezrel, la ciudad en que vivía Nabot.


Luego los oficiales del ejército, los nobles, los gobernadores y todo el pueblo escoltaron al rey. Salieron del templo, entraron por la puerta superior del palacio real, y sentaron al rey en el trono.


Los funcionarios de la ciudad no supieron a dónde había ido ni qué había hecho, porque a nadie le había hablado de mis planes, ni a los jefes políticos ni a los jefes religiosos, ni a los que habían estado haciendo el trabajo.


Por delante y por detrás me rodeas, y colocas tu mano sobre mi cabeza.


Luego, Jetro ofreció sacrificios a Dios. Aarón y los líderes de Israel fueron a ver a Jetro, y todos juntos comieron del sacrificio delante de Dios.


y el Señor le dijo: ―Desciende, y advierte al pueblo que no debe cruzar los límites. Nadie debe subir hasta aquí para tratar de verme, porque morirá.


El Señor le dijo a Moisés: «Sube con Aarón, Nadab, Abiú y setenta de los ancianos de Israel. Pero ellos no podrán acercarse, sino que se arrodillarán a cierta distancia.


¡Adelante, pues; come, bebe y alégrate; pues Dios ya se ha agradado de tus obras!


Los nobles envían empleados a los pozos en busca de agua, pero los encuentran secos. Contrariados y desesperados, regresan los empleados y en señal de desesperación se cubren la cabeza, como es la costumbre.


¿Cómo puede ser posible que yo, que soy tu servidor más humilde, tenga el privilegio de hablarte? Las fuerzas se me han ido y casi no puedo respirar”.


¡Con él hablo cara a cara! ¡Y él ve la mismísima apariencia de Dios! ¿Cómo es que se han atrevido a criticarlo?


Este manantial los caudillos lo cavaron con sus bastones y sus palas». Salieron del desierto y pasaron por Matana,


Tú y tu familia harán fiesta allí delante del Señor tu Dios y te regocijarás en todo lo que él ha hecho por ti.


Que toda una nación oyó la voz de Dios hablándoles desde el fuego, como pasó con ustedes, y vivió.


―Moriremos —lloraba Manoa junto a su esposa—. Hemos visto a Dios.


»Desde el monte Tabor descendió el noble remanente. El pueblo del Señor marchó contra los poderosos.