Todavía no se habían acostado, cuando todos los hombres de Sodoma, desde el más joven hasta el más viejo, rodearon la casa.
Éxodo 23:2 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 »No sigan a las mayorías que intenten hacer mal. Cuando estén en el estrado de los testigos, no inclinen sus testimonios a favor de la mayoría presente ni hacia el pobre, por el simple hecho de ser pobre. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 No seguirás a los muchos para hacer mal, ni responderás en litigio inclinándote a los más para hacer agravios; Biblia Nueva Traducción Viviente »No te dejes llevar por la mayoría en su maldad. Cuando te llamen a testificar en un pleito, no te dejes influir por la multitud para torcer la justicia. Biblia Católica (Latinoamericana) No sigas a la mayoría para obrar mal; no desviarás de la justicia para decir lo que todos dicen. La Biblia Textual 3a Edicion No seguirás a la mayoría para hacer mal, ni testificarás sobre contienda alguna, inclinándote a la mayoría para pervertir la justicia; Biblia Serafín de Ausejo 1975 No te dejes arrastrar por la mayoría para hacer el mal, ni violentes la justicia en un proceso por seguir la opinión de la mayoría, Biblia Reina Valera Gómez (2023) No seguirás a los muchos para hacer el mal; ni responderás en litigio inclinándote a los más para torcer el juicio; |
Todavía no se habían acostado, cuando todos los hombres de Sodoma, desde el más joven hasta el más viejo, rodearon la casa.
Después el Señor le dijo a Noé: «Entra en el barco con toda tu familia, porque tú eres el único hombre bueno que vive en este tiempo.
Él contestó: ―Siento un ardiente amor por ti, Dios Todopoderoso; me duele ver cómo el pueblo de Israel ha quebrantado el pacto contigo, ha derribado tus altares, ha dado muerte a tus profetas. ¡Sólo yo he quedado, y ahora están tratando de matarme a mí también!
por temor a la multitud y a su desprecio, negándome a reconocer mi transgresión.
Ayúdale a juzgar a tu pueblo con rectitud, y tratar a los pobres con justicia.
No hagas lo que hacen los malvados, ni sigas el ejemplo de los malhechores.
Estos, enfurecidos contra Jeremías, lo hicieron azotar y echar en un calabozo subterráneo de la casa del escriba Jonatán, la cual había sido convertida en prisión. Allí tuvieron varios días a Jeremías,
Entonces el rey Sedequías mandó que no volvieran a llevar a Jeremías al calabozo, sino que lo pusieran en la cárcel del palacio, y ordenó que le dieran cada día un pedazo de pan fresco mientras en la ciudad quedara qué comer. Así tuvieron a Jeremías en la cárcel del palacio.
―Rey y señor mío —dijo—, estos hombres han procedido muy mal echando a Jeremías en la cisterna. Va a morirse de hambre, pues ya casi no hay nada que comer en la ciudad.
Entonces el Señor me dijo: «Las maldades del pueblo de Israel y Judá son muy graves y toda la tierra está por su culpa llena de muerte e injusticia, pues ellos dicen: “¡El Señor no nos ve! ¡Se ha alejado de este país!”.
»Los jueces siempre deben dictar sentencia con justicia, sin tener en cuenta si la persona es pobre o rica; deben ser siempre justos.
«¿Cómo es posible que ustedes vivan en casas bien hermosas, mientras mi templo permanece en ruinas?
Como Pilato quería tener contenta a la gente, dejó en libertad a Barrabás; después mandó que azotaran a Jesús y lo entregó para que lo crucificaran.
pero no había estado de acuerdo con la decisión y la conducta de los demás. Procedía del pueblo de Arimatea, en la región de Judea, y esperaba el reino de Dios.
Después de dos años, a Félix lo sustituyó Porcio Festo. Como Félix quería quedar bien con los judíos, dejó preso a Pablo.
Entonces Festo, queriendo quedar bien con los judíos, le preguntó: ―¿Quieres que yo mismo te juzgue en Jerusalén?
Saben muy bien que el castigo que impone Dios por esos delitos es la muerte; y sin embargo, continúan cometiéndolos y se deleitan cuando otras personas los practican.
“Cuando tomen decisiones”, les dije; “no favorezcan a un hombre porque sea rico; sean justos con el grande y con el pequeño. No teman si a ellos no les agrada el fallo de ustedes, porque ustedes son jueces en el nombre de Dios. Los casos demasiado difíciles tráiganmelos a mí, y yo los resolveré”.
No torcerás las leyes para beneficiar al rico, ni aceptarás soborno. El soborno cierra los ojos de los sabios y corrompe las decisiones de los jueces.
»Debes juzgar con justicia a los exiliados y a los huérfanos; y jamás tomes como prenda la ropa de una viuda.
Pero si les parece mal servir al Señor, escojan hoy a quién van a servir, si a los dioses que sus antepasados adoraban más allá del Éufrates o a los dioses de los amorreos de esta tierra. Pero yo y los de mi casa serviremos al Señor.
―He pecado —reconoció finalmente Saúl—. Sí, he desobedecido tus instrucciones y el mandamiento del Señor. Le tuve miedo al pueblo y les dejé hacer lo que quisieron.
Sin embargo, Saúl y sus hombres conservaron lo mejor de las ovejas y de las vacas, los mejores corderos y, en suma, todo lo que les pareció bueno. Destruyeron solamente lo que era de poco valor o de mala calidad.