Jeremías 37:15 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

^15-16 Estos, enfurecidos contra Jeremías, lo hicieron azotar y echar en un calabozo subterráneo de la casa del escriba Jonatán, la cual había sido convertida en prisión. Allí tuvieron varios días a Jeremías,

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Biblia Reina Valera 1960

¹⁵ Y los príncipes se airaron contra Jeremías, y le azotaron y le pusieron en prisión en la casa del escriba Jonatán, porque la habían convertido en cárcel.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹⁵ Ellos estaban furiosos con Jeremías y mandaron que lo azotaran y lo encarcelaran en la casa del secretario Jonatán porque la casa de Jonatán había sido convertida en prisión.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹⁵ Estos, furiosos contra Jeremías, lo golpearon y lo encerraron en casa del secretario Jonatán, que habían convertido en cárcel.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹⁵ Y los príncipes se airaron contra Jeremías, y lo azotaron y lo pusieron en prisión en la casa del escriba Jonatán, pues la habían convertido en cárcel.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹⁵ Los jefes se encolerizaron contra Jeremías, lo golpearon y lo metieron en la prisión de la casa de Jonatán, el secretario, convertida en cárcel.

Jeremías 37:15 Tagairtí Cros

Génesis 39:20

Tomó preso a José y lo echó en la cárcel donde tenían encadenados a los prisioneros del rey.

2 Crónicas 16:10

Asá estaba tan enojado con el vidente por haberle dicho esto, que lo mandó a la cárcel. Al mismo tiempo trató con crueldad a varias personas de la ciudad.

2 Crónicas 18:26

¡Díganles que yo ordeno que pongan a este sujeto en prisión y lo alimenten a pan y agua hasta que yo regrese a salvo de esta batalla!

Jeremías 18:23

Señor, tú conoces todos sus planes homicidas en contra mía. No los perdones, no te hagas el disimulado ante tanta perversidad, sino hazlos morir ante tu presencia. ¡Encárgate de ellos como se merecen!

Jeremías 26:16

Los dignatarios y el pueblo dijeron al sacerdote y a los falsos profetas: ―Este hombre no es digno de muerte, pues nos ha hablado en nombre del Señor nuestro Dios.

Jeremías 32:2

cuando estaba Jeremías preso en el calabozo subterráneo del palacio, mientras el ejército de Babilonia sitiaba a Jerusalén. El rey Sedequías lo había puesto allí porque seguía profetizando que la ciudad sería conquistada por el rey de Babilonia,

Jeremías 37:20

Escucha, oh rey, señor mío: Te suplico no enviarme otra vez a aquel calabozo, pues allí moriría.

Jeremías 37:4

(Fue en el tiempo en que Jeremías todavía no había sido encarcelado, así es que podía andar por todas partes).

Jeremías 38:26

diles simplemente que me suplicaste que no te volviera al calabozo en casa de Jonatán, pues allí morirías».

Jeremías 38:6

Sacaron pues, a Jeremías de su celda y atado con cuerdas lo bajaron a una cisterna seca en el patio de la cárcel. (La cisterna pertenecía a Malquías, miembro de la familia real). No había agua en ella, pero sí una gruesa capa de lodo en el fondo, en la cual se hundió Jeremías.

Jeremías 39:15

El Señor dio el siguiente mensaje a Jeremías antes de la llegada de los babilonios, mientras aún estaba en la cárcel:

Mateo 21:35

Pero los labradores los atacaron: a uno lo golpearon, a otro lo mataron y a otro lo apedrearon.

Mateo 23:34

»Yo les enviaré profetas, hombres llenos del Espíritu y escritores inspirados, pero a algunos los crucificarán, a otros les destrozarán las espaldas a latigazos en las sinagogas, y a los demás los perseguirán de ciudad en ciudad.

Lucas 22:64

Le vendaron los ojos y luego le decían: ―¡Adivina quién te pegó!

Juan 18:22

Cuando Jesús dijo esto, uno de los guardias que estaba allí cerca le dio una bofetada y le dijo: ―¿Así le contestas al sumo sacerdote?

Hechos 5:18

y arrestaron a los apóstoles y los metieron en la cárcel.

Hechos 5:28

―¿No les habíamos prohibido que volvieran a enseñar acerca de Jesús? Ustedes han llenado a Jerusalén de sus enseñanzas y tratan de descargar en nosotros la culpa de la muerte de ese hombre.

Hechos 5:40

El concilio aceptó la recomendación, llamó a los apóstoles y, después de azotarlos, les exigieron que no volvieran a hablar en el nombre de Jesús. Finalmente, los pusieron en libertad.

Apocalipsis 2:10

No temas lo que has de sufrir. Para probarlos, el diablo arrojará a algunos de ustedes en la cárcel y los estará persiguiendo durante diez días. Sé fiel hasta la muerte y yo te daré la corona de la vida.