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Éxodo 20:11 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

porque en seis días hizo el Señor los cielos, la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay, y reposó el séptimo día. Por eso bendijo el día de reposo y lo santificó.

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Biblia Reina Valera 1960

Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de reposo y lo santificó.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Pues en seis días el Señor hizo los cielos, la tierra, el mar, y todo lo que hay en ellos; pero el séptimo día descansó. Por eso el Señor bendijo el día de descanso y lo apartó como un día santo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Pues en seis días Yavé hizo el cielo y la tierra, el mar y cuanto hay en ellos, y el séptimo día descansó. Por eso bendijo el Sábado y lo hizo sagrado.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Porque en seis días hizo YHVH los cielos y la tierra, el mar y todas las cosas que hay en ellos, y reposó en el séptimo día. Por tanto YHVH ha bendecido el día del shabbat y lo ha santificado.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Porque en seis días hizo Yahveh el cielo, la tierra y el mar, y todo cuanto contienen; pero el día séptimo descansó. Por eso bendijo Yahveh el día del sábado y lo declaró santo.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Porque en seis días hizo Jehová el cielo y la tierra, el mar y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día sábado y lo santificó.

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Éxodo 20:11
17 Tagairtí Cros  

Luego Dios los bendijo y les dijo: «Tengan muchos hijos, para que llenen toda la tierra, y la administren. Ustedes dominarán a los peces del mar, a las aves del cielo, y a todos los animales que hay en la tierra».


Entonces Dios contempló todo lo que había hecho, y vio que era muy, pero muy hermoso. Pasó la tarde y pasó la mañana, y se completó, así, el sexto día.


Es un símbolo eterno del pacto que he hecho con el pueblo de Israel, porque en seis días yo, el Señor, hice el cielo y la tierra, y el séptimo día descansé».


Pero que en la tierra de Gosén, donde viven los israelitas, no habrá tábanos. Que de este modo sabrá que yo soy el Señor, Dios de toda la tierra.


―Muy bien —respondió Moisés—. Tan pronto como yo haya salido de la ciudad, levantaré las manos hacia el Señor, y los truenos y el granizo se detendrán. Esto te probará que el Señor reina en la tierra.


Entonen un canto nuevo al Señor; entonen sus alabanzas, todos los que habitan en los más remotos rincones de la tierra. ¡Canta, oh mar! ¡Canten todos los que moran en tierras distantes de ultramar!


Mi mano fue la que echó los cimientos de la tierra, la palma de mi mano derecha extendió el cielo alto. Hablé y existieron.


―¡Señores! ¿Qué están haciendo? ¡Nosotros somos seres humanos como cualquiera de ustedes! Hemos venido a traerles las buenas noticias de que deben dejar ya estas cosas que no sirven para nada, y que se vuelvan al Dios viviente que hizo los cielos, la tierra, el mar y cuanto en ellos existe.


El domingo nos reunimos a partir el pan y, como al siguiente día partía Pablo, estuvo hablando hasta la medianoche.


Entonces los creyentes, unánimemente, oraron así: «Soberano Señor, creador del cielo, de la tierra, del mar y de cuanto en ellos existe:


Recuerda que tú mismo fuiste esclavo en Egipto, y el Señor tu Dios te sacó de ese país con gran demostración de poder. Esa es la razón para obedecer este mandamiento.


en cierto lugar se ha dicho así del día de reposo: «Dios descansó el séptimo día tras haber terminado sus obras».


y juró por el que vive para siempre, Creador del cielo y de lo que en él existe, de la tierra y de lo que en ella existe, y del mar y de los seres que lo habitan, que ya no habría más demoras: