Antes el Señor nos destruyó porque manejábamos los asuntos suyos en forma impropia, por cuanto no eran ustedes quienes la conducían».
Éxodo 19:22 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Aun los sacerdotes que estén de turno deben santificarse para que no los destruya. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y también que se santifiquen los sacerdotes que se acercan a Jehová, para que Jehová no haga en ellos estrago. Biblia Nueva Traducción Viviente Incluso los sacerdotes que se acercan al Señor con regularidad deben purificarse para que el Señor no arremeta contra ellos y los destruya. Biblia Católica (Latinoamericana) Que también los sacerdotes que se acercan a Yavé se santifiquen, no sea que Yavé los deje tendidos en el suelo. La Biblia Textual 3a Edicion Y santifíquense también los sacerdotes que se acercan a YHVH, para que YHVH no haga estrago entre ellos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 También deberán purificarse los sacerdotes que se acerquen a Yahveh, no sea que Yahveh irrumpa contra ellos'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y también los sacerdotes que se acercan a Jehová, se santifiquen, para que Jehová no haga en ellos estrago. |
Antes el Señor nos destruyó porque manejábamos los asuntos suyos en forma impropia, por cuanto no eran ustedes quienes la conducían».
El día catorce del mes segundo el pueblo comenzó la celebración de la fiesta de la Pascua. Entonces los sacerdotes y levitas sintieron vergüenza de sí mismos por no haber tomado una parte más activa, por lo que se santificaron y trajeron holocaustos al templo.
El Señor le dijo: ―Desciende y trae a Aarón contigo. Pero nadie más debe subir al monte, ni siquiera los sacerdotes, pues quien lo haga se expone a mi castigo.
Ahora, pues, si oyen mi voz y guardan mi pacto, serán mi principal tesoro entre todas las naciones de la tierra, porque toda la tierra es mía.
Entonces envió a algunos de los jóvenes a hacer holocaustos y a sacrificar ofrendas de paz al Señor.
¡Salgan, salgan pronto! ¡Dejen sus cadenas de esclavitud! ¡No toquen nada de la inmundicia de Babilonia! Ustedes, los que traen de regreso los utensilios del templo, ¡Purifíquense y no toquen nada impuro!
Serán santos delante de su Dios, y no deshonrarán ni profanarán su nombre, de otro modo serán indignos de presentar las ofrendas quemadas delante del Señor su Dios.
»Y dile a la gente que se purifique, porque mañana tendrán carne para comer. Diles: “El Señor ha oído sus lloriqueos por lo que han dejado en Egipto, y les va a dar carne.
Instantáneamente cayó al suelo muerta. Los jóvenes entraron y, al verla muerta, la sacaron y la enterraron junto a su esposo.
Al escuchar estas palabras, Ananías cayó al suelo y murió, y un gran temor se apoderó de los que escucharon esto.