El Señor bendijo mucho a José en la casa de su amo, de modo que tenía éxito en todo lo que emprendía.
Éxodo 18:19 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Escúchame y permíteme darte un consejo, para que Dios te bendiga. Sé el abogado de este pueblo, su representante delante de Dios, para que Dios resuelva sus problemas. Tú les comunicarás las decisiones de Dios, les enseñarás sus leyes, y les darás a conocer los principios que deben seguir para tener una conducta correcta. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Oye ahora mi voz; yo te aconsejaré, y Dios estará contigo. Está tú por el pueblo delante de Dios, y somete tú los asuntos a Dios. Biblia Nueva Traducción Viviente Ahora escúchame y déjame darte un consejo, y que Dios esté contigo. Tú debes seguir siendo el representante del pueblo ante Dios, presentándole los conflictos. Biblia Católica (Latinoamericana) Ahora escúchame, te voy a dar un consejo, y Dios estará contigo.
Tú serás para el pueblo el representante de Dios, y le llevarás sus problemas. La Biblia Textual 3a Edicion Oye ahora mi voz, te aconsejaré, y ’Elohim sea contigo. Representa° tú al pueblo ante ’Elohim, y lleva tú los asuntos ante ’Elohim. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Escúchame, pues, ahora: voy a darte un consejo y Dios estará contigo. Sé tú el representante del pueblo ante Dios y preséntale a él los asuntos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Escucha ahora mi voz; yo te aconsejaré, y Dios estará contigo. Sé tú por el pueblo delante de Dios, y somete tú los asuntos a Dios. |
El Señor bendijo mucho a José en la casa de su amo, de modo que tenía éxito en todo lo que emprendía.
Sí, el rey nos dará paz nuevamente”. Yo sé que usted es como el ángel de Dios y puede discernir entre el bien y el mal. Quiera Dios estar con usted.
―Porque el pueblo viene a mí con sus problemas para consultar a Dios —respondió Moisés—. Yo soy el juez y debo decidir quién tiene la razón y quién está equivocado. Además, debo enseñarles los mandamientos y enseñanzas de Dios.
Moisés escuchó atentamente el consejo de su suegro y siguió sus sugerencias.
Y le dijeron a Moisés: ―Dinos lo que Dios diga, y nosotros obedeceremos. Pero que no nos hable Dios en forma directa, pues moriremos.
―Ciertamente estaré contigo —le dijo Dios—, y esta es la demostración de que yo soy el que te envío: cuando hayas sacado al pueblo de Egipto, tú y el pueblo me adorarán sobre esta montaña.
Ahora ve y haz lo que te dije, porque yo te ayudaré a expresarte bien, y te diré lo que tienes que decir.
Yo te diré lo que debes comunicarle a Aarón, y él hablará por ti al pueblo, y será como si tú mismo estuvieras hablándole a la gente.
y enséñenles a obedecer los mandamientos que les he dado. De una cosa podrán estar seguros: Estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo.
»Cuando salgas a la guerra y veas delante de ti un gran número de caballos y carros, y un ejército mucho mayor que el tuyo, no tengas miedo. El Señor tu Dios, el mismo Dios que te sacó de Egipto, está contigo.
Yo estaba como mediador entre ustedes y el Señor porque ustedes tenían miedo del fuego y no se quisieron acercar al monte. Él me habló y yo les di sus leyes. Esto es lo que dijo:
Sí, esfuérzate y sé valiente, no temas ni desmayes, porque el Señor tu Dios estará contigo dondequiera que vayas».