Entonces, siguiendo las instrucciones de la ley de Moisés, asaron los corderos de la Pascua y cocieron las ofrendas santas en ollas, calderos y sartenes, y los repartieron apresuradamente al pueblo.
Éxodo 12:9 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Nada crudo ni cocido comerán del animal, sino asado, incluso la cabeza, las piernas, el corazón y el hígado. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Ninguna cosa comeréis de él cruda, ni cocida en agua, sino asada al fuego; su cabeza con sus pies y sus entrañas. Biblia Nueva Traducción Viviente No comerán nada de la carne ni cruda ni hervida en agua. Asarán al fuego el animal entero con la cabeza, las patas y las entrañas. Biblia Católica (Latinoamericana) No comerán nada de él crudo o hervido sino que lo comerán todo asado con su cabeza, sus patas y sus entrañas. La Biblia Textual 3a Edicion No comáis de él nada crudo ni hervido en agua, sino asado al fuego, tanto su cabeza como sus patas y sus entrañas. Biblia Serafín de Ausejo 1975 No comeréis nada crudo ni cocido, sino asado al fuego, con su cabeza, patas y entrañas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Ninguna cosa comeréis de él cruda, ni cocida en agua, sino asada al fuego; su cabeza con sus pies y sus intestinos. |
Entonces, siguiendo las instrucciones de la ley de Moisés, asaron los corderos de la Pascua y cocieron las ofrendas santas en ollas, calderos y sartenes, y los repartieron apresuradamente al pueblo.
Asarán la carne al fuego y la comerán esa noche con panes sin levadura y hierbas amargas.
Tomarás toda la grasa que cubre los intestinos y el hígado, así como los dos riñones y la grasa que hay sobre ellos, y los quemarás sobre el altar.
Cortarás el carnero en pedazos, y lavarás los intestinos y las piernas; lo pondrás con la cabeza y las demás partes del cuerpo
Desde el cielo mandó el fuego que ahora me consume toda; me puso una trampa y me hizo caminar de espaldas hacia ella. Me abandonó y me dejó enferma todo el día.
Lavarán los órganos internos y las patas, y luego los sacerdotes lo quemarán todo sobre el altar. Será un holocausto, una ofrenda de olor grato al Señor.
Asarás el cordero y lo comerás, y regresarás a tu hogar a la mañana siguiente.