Poco después, el rey Asuero honró a Amán hijo de Hamedata, descendiente de Agag, con el cargo de ministro. Amán pasó a ser el funcionario más poderoso del imperio, después del rey.
Ester 3:10 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 El rey estuvo de acuerdo, y quitándose el anillo del dedo, se lo entregó a Amán hijo de Hamedata, descendiente de Agag, acérrimo enemigo de los judíos. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Entonces el rey quitó el anillo de su mano, y lo dio a Amán hijo de Hamedata agagueo, enemigo de los judíos, Biblia Nueva Traducción Viviente El rey estuvo de acuerdo y, para confirmar su decisión, se quitó del dedo el anillo con su sello oficial y se lo entregó a Amán, hijo de Hamedata el agagueo, el enemigo de los judíos. Biblia Católica (Latinoamericana) El rey se sacó el anillo con el que sellaba sus cartas y se lo pasó a Amán, hijo de Hamdata, de la raza de Agag, el enemigo de los judíos. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces el rey se quitó el sello de su mano y se lo dio a Amán hijo de Hamedata, el agagueo, adversario de los judíos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Entonces el rey se quitó de su dedo el anillo y se lo dio a Amán, hijo de Hamdatá, del país de Agag, el enemigo de los judíos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces el rey quitó su anillo de su mano, y lo dio a Amán, hijo de Amadata agageo, enemigo de los judíos, |
Poco después, el rey Asuero honró a Amán hijo de Hamedata, descendiente de Agag, con el cargo de ministro. Amán pasó a ser el funcionario más poderoso del imperio, después del rey.
―Guárdate el dinero —le dijo el rey—. Te entrego ese pueblo. Haz con él lo que bien te parezca.
Si le agrada, dicte un decreto para que sean destruidos, y yo pagaré trescientos treinta mil kilos de plata, para que sean incorporados a la tesorería real, a fin de sufragar los gastos que esto demande.
Ester replicó: ―¡Nuestro enemigo y adversario es este malvado Amán! Entonces Amán se perturbó delante del rey y de la reina.
El rey entonces se sacó el anillo, el que antes le había dado a Amán, y se lo entregó a Mardoqueo. Ester, por su parte, encargó a Mardoqueo de la administración de las propiedades de Amán.
Ahora escriban, en mi nombre, un mensaje y envíenlo a los judíos. Redáctenlo en los términos que a ustedes mejor les parezca, y séllenlo con el anillo del rey, para que no pueda ser revocado.