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Ester 2:10 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Ester no le había dicho a nadie que era judía, porque Mardoqueo le había aconsejado que no lo hiciera.

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Biblia Reina Valera 1960

Ester no declaró cuál era su pueblo ni su parentela, porque Mardoqueo le había mandado que no lo declarase.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Ester no le había revelado a nadie su nacionalidad ni su trasfondo familiar porque Mardoqueo le había ordenado que no lo hiciera.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Ester no había dicho a nadie cuál era su pueblo, quiénes eran sus padres, porque Mardoqueo se lo había prohibido.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Ester no declaró cuál era su pueblo ni su linaje, porque Mardoqueo le había ordenado que no lo declarara.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Ester no había revelado ni su pueblo ni su origen, porque así se lo había ordenado Mardoqueo.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Esther no declaró cuál era su pueblo ni su parentela; porque Mardoqueo le había mandado que no lo declarase.

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Ester 2:10
9 Tagairtí Cros  

Todos los días, Mardoqueo se paseaba por el frente de la casa donde estaban las mujeres, para averiguar cómo estaba Ester y cómo la trataban.


Ester no le había dicho a nadie a qué familia y nación pertenecía, tal como Mardoqueo le había ordenado, pues Ester lo obedecía como cuando estaba bajo su cuidado.


Mardoqueo tenía bajo su tutela a una prima hermana, ya que había quedado huérfana de padre y madre. Esta muchacha era joven y muy hermosa, y se llamaba Jadasá, es decir, Ester.


Amán se presentó ante el rey para hablarle del asunto, y le dijo: ―Hay un pueblo esparcido por todas las provincias del reino, cuyas leyes son diferentes a las de todas las naciones y, por eso, ese pueblo se niega a obedecer las leyes del rey. ¡Su Majestad no puede permitir que sigan viviendo!


Porque mi pueblo y yo hemos sido vendidos a quienes quieren destruirnos. ¡Estamos condenados a la destrucción total! Si sólo hubiéramos sido vendidos como esclavos y esclavas, yo no me quejaría delante de Su Majestad, pues eso no sería motivo para inquietarlo.


»Ustedes son como ovejas y los estoy enviando a meterse donde están los lobos. Sean prudentes como serpientes e inofensivos como palomas.


Hijos, obedezcan a sus padres, pues esto es lo que deben hacer los que pertenecen al Señor.


Fue a la era aquella noche, y siguió las instrucciones de su suegra.