Todos regresaron con Salomón a Jerusalén, celebrando gozosamente y con mucho alboroto.
Esdras 3:13 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Los gritos de alegría y los llantos se confundían, y se oían desde muy lejos. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y no podía distinguir el pueblo el clamor de los gritos de alegría, de la voz del lloro; porque clamaba el pueblo con gran júbilo, y se oía el ruido hasta de lejos. Biblia Nueva Traducción Viviente Los gritos de alegría se mezclaron con el llanto y produjeron un clamor que podía oírse a gran distancia. Biblia Católica (Latinoamericana) No se podía distinguir entre el ruido de las aclamaciones alegres y el del llanto del pueblo; eran tales las aclamaciones que se podían oír desde lejos. La Biblia Textual 3a Edicion de modo que la gente no podía distinguir entre el clamor de los gritos de júbilo y el clamor del llanto del pueblo, porque el pueblo gritaba a voz en cuello, y el bullicio se oía desde lejos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Era imposible distinguir entre los clamores de alegría y los gritos de llanto, ya que todo el pueblo lanzaba grandes clamores. El estrépito se oía desde muy lejos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y no podía discernir el pueblo el clamor de los gritos de alegría, de la voz del lloro del pueblo; porque clamaba el pueblo con gran júbilo, y se oía el ruido hasta de lejos. |
Todos regresaron con Salomón a Jerusalén, celebrando gozosamente y con mucho alboroto.
Pero muchos de los sacerdotes, levitas y demás dirigentes, que ya eran ancianos y recordaban el hermoso templo de Salomón, lloraban en alta voz, mientras los otros gritaban de gozo.
Cuando los enemigos de Judá y de Benjamín oyeron que los cautivos habían regresado y estaban reconstruyendo el templo,
En aquel día de gozo se ofrecieron muchos sacrificios, porque el Señor les había dado motivos para estar muy gozosos. Las mujeres y los niños también se alegraron, y el regocijo del pueblo de Jerusalén se oía desde lejos.
Pero haz que se regocijen todos los que ponen su confianza en ti. Haz que siempre clamen de alegría porque tú los defiendes. Llena de tu dicha a cuantos te aman.
Entonces, sollozando, los pueblos de Israel y Judá se reunirán y buscarán al Señor su Dios.
Por lo tanto, ninguna montaña, por alta que sea, podrá estorbar a Zorobabel, pues delante de él será solo un valle fácil de atravesar. Tú, Zorobabel, colocarás la primera piedra para construir el templo, y todos gritarán llenos de alegría: “¡Qué preciosa es! ¡Qué preciosa es!”».
Por eso le pusieron al lugar Boquín (Lugar donde el pueblo lloró). Luego ofrecieron allí sacrificios al Señor.
Cuando los israelitas vieron que el cofre venía, gritaron con tanta alegría y con tanta fuerza que casi hicieron temblar la tierra.